martes, 29 de abril de 2014

EL PEGÓN

Dicen los expertos que en torno a los 2-3 años los niños experimentan una llamada fase de autoafirmación, y que en esta etapa los niños suelen volverse más tercos, tozudos, rebeldes, respondones... y pegones. 


Mi Peque, con sus 3 años recién cumplidos, ya hace tiempo que vive en esta etapa: clásicos son sus "¡Cállate!", sus "¡Vete!", y su manita amenazante siempre presta al mamporro. Mi madre siempre se pone muy nerviosa con este tema (parece que ya ha olvidado que sus otros cuatro nietos mayores hicieron exactamente lo mismo), y creo que hasta sufre: "¡Hay que quitarle esa costumbre! ¡Esto no puede ser! ¡Qué barbaridad! ¡Qué mal genio tiene este niño!" En cambio a mí, personalmente, y a día de hoy, es un tema que no me preocupa lo más mínimo. 

Pero no siempre fue así, recuerdo lo mal que lo pasé en una ocasión en el parque, cuando el Mayor -que por aquel entonces tendría poco más de dos años- intentaba imponer su ley en el tobogán a base de puñocracia. Me dio un apuro tremendo ver a mi churumbel convertido en un matón de columpio, y me resultó tan incomprensible como inaceptable. Lo mismo con el Mediano, que al ser tan activo, tan inquieto y tan brutiño, estaba temiendo cuando empezase el cole y le diese por repartir leña entre el alumnado. ¿Y en qué quedaron todas estas muestras de violencia en mi Mayor y en mi Mediano? En NADA. Ahora los muy "violentos" sólo se pegan entre ellos (las clásicas luchas fratricidas por hacerse con el control de algún juguete), e incluso el Mediano trajo de recuerdo de los primeros días de clase un buen mordisco en el brazo del que no se defendió. 

Preocupada porque mis hijos no fuesen pegones, olvidé enseñarles que hay niños maleducados y salvajes (aunque algunos les llamen "niños con carácter") con padres que les permiten (e incluso aplauden y alientan) pegar, abusar y mangonear (aunque ellos lo llamen "hacerse respetar" y "darse a valer").

Así que, visto lo visto, muchas veces me planteo el NO educar ni corregir al Peque, para que sea un mini-Chuck Norris que defienda a sus hermanos de los MATONES Y ANIMALES que campan en el cole, en el parque, y por doquier. Me planteo también apuntar a mis tres hijos a clases de defensa personal o artes marciales, contratar a un maestro del Ninjitsu que les eduque en el camino de la violencia, la fuerza bruta, y la patada lateral. ¿Para qué tanta Lengua Castellana, Lengua Inglesa, y Lingua Galega en clase, si el único idioma que entienden muchos niñatos -gracias a los IMBÉCILES DE SUS PADRES, no lo olvidemos- es el de la bronca y la chulería, el empujón, la burla y el desprecio?




Ah, que no, que TODOS los padres educan a sus hijos lo mejor que saben y lo mejor que pueden. Ya se nota, ya.

10 comentarios:

  1. Ay, ay ay... Ahí estamos también! En los reivindicativos de 2 a 3... Pero bueno, no me quejo, que como bien dices... los hay todavía peor. El mío, dentro de lo trasto (que lo es) es bastante razonable.

    Entiendo lo que comentas. Les enseñas a ser prudentes, a ceder el columpio al niño que espera, a no ser conflictivos... y de repente un día te das cuenta, que los estás desarmando!! Que el mundo es injusto y está lleno de abusones, que no van a comportarse de forma recíproca y respetar los turnos en el columpio y es ahí donde además de prudentes y respetuosos han de saber alzar la voz y defender lo suyo o lo del que no puede reclamarlo. Ser justos pero también luchadores. No dejarse amilanar por los matones de tobogán, que lamentablemente... por mucho que avance la civilización, todavía los hay.

    Comparto tu cabreo. :-*

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Es exactamente lo que dices! Siento que les estoy desarmando, que estamos educando niños "demasiado buenos" (si es que ya nos lo han dicho -a modo de crítica, no de cumplido- más de una vez) para este mundo tan mezquino y cada vez más lleno de injusticias. Me indigna cuando veo a un niño reirse de otro, o pegarle, delante de las narices de sus padres y que éstos no hagan absolutamente nada, incluso se ríen orgullosos en plan "qué carácter tiene mi niño" :-(
      Me quedo con tu frase de ser justos pero también luchadores.
      Gracias por comprenderme, que a veces me siento un bicho raro con este tema :-)

      Eliminar
  2. Son etapas y están fomentando su personalidad. Sabemos que es temporal. No darle importancia.Besos

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. A lo de mi niño no le doy importancia ninguna, igual que si veo a niños de dos o tres años comportándose así. Pero si ya son niños de seis o siete años, o más, y que su comportamiento es fomentado y aplaudido por sus padres (y demás adultos del entorno), pues ya es cuando me indigno y me hace pensar en la clase de generaciones que nos depara el futuro :-(

      Eliminar
  3. Isa!!! no salió mi comentario anterior! :( Bueno, en él te contaba que mi niño, luego de que otro niño lo asustara cerrándole la puerta de la casita de juegos en la cara, se puso totalmente a la defensiva!!! entonces cada vez que volvíamos a la zona de juegos, atacaba antes de verse atacado :S y no dejaba que ningún otro niño se acercara a la casita... Por suerte, hemos ido superando esa etapa y ya salgo con él más tranquila, porque hubo unos meses en que cualquier niño que veía era para él una amenaza y había que detenerlo antes de que le mandara un lapo!
    Afortunadamente, son etapas.
    Un beso!

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Pues muchos que yo conozco no hubieran hecho nada, habrían dejado que su niño siguiera pegando, porque así "se hacen fuertes", y "se dan a valer". Es lo que tanto me enfurece, la cultura imperante de que cuando un niño es respondón, pegón y maleducado se dice que "hace muy bien", y que así es como hay que ser en la vida. La bondad como sinónimo de debilidad o estupidez, y la violencia, la fuerza y la maldad como sinónimos de carisma e inteligencia :-(

      Eliminar
  4. El pequeño almirante está en su fase rebelde, no hay que preocuparse!!!
    Y cuando me eche de mi propia casa... jejeje.... ya le diré "vete tú!!!"
    Besitossss

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. A mí el almirante no me preocupa, sino los niños pegones que nos rodean (y con más de 3, y 4, y 5 años) :-(
      P.S. Y ya sabes que él siempre te echa de casa con amor :-P

      Eliminar
  5. ¿Por qué será que detrás de un abusón siempre hay unos padres "malotes"? Yo lo tengo comprobado. Una cosa es una fase, como la de llevarse cosas a la boca o la de las rabietas, que pasan y se quedan en nada, y otra alentar cierto tipo de comportamientos.
    Yo también tengo pensado hablar del tema, pero desde otra perspectiva. Espero poder hacerlo en breve. La verdad es que es un tema peliagudo...
    En fin, que me lío. Me ha encantado leerte, como siempre ;-)
    ¡Besotes!

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Muchas gracias Arusca! Y muchas gracias también por comprenderme. Yo también tengo comprobado lo de que detrás de un abusón siempre hay unos padres "malotes" (lo dejaremos así por no emplear calificativos más soeces) :-(
      Espero con gran interés tu post sobre el tema!!!!
      Un besazo :-)

      Eliminar