viernes, 24 de agosto de 2012

EL CAMINO HACIA EL COLECHO II: CÓMPRAME UN MOISÉS


DE CÓMO FUIMOS ACORTANDO DISTANCIAS



Antes de que naciera mi primer hijo, tenía dos cosas clarísimas respecto a su crianza: la primera, que le daría el pecho, y la segunda, que el nene dormiría en su propia habitación. Estas convicciones estaban tan asumidas y arraigadas que me parecían incuestionables, y habían sido ratificadas, además, por el ejemplo de una amiga que hacía un año que había tenido un niño, y había procedido de esa manera.

Pero hete aquí que al nacer mi bebé, aún en el hospital, me dí cuenta de que mis convicciones eran menos férreas de lo que pensaba. Allí estaba mi muñequito, indefenso, metido en su cunita de plástico transparente. Medio metro de ternura, y tres mil diez gramos de adorabilidad. ¿Cómo no prendarse de él? ¿Cómo resistirse a cogerle en brazos? Una cosita tan dulce, un bebé tan inocente, reclamando tan sólo lo necesario para vivir, su leche, sus cuidados, sus mimos. Miradas tiernas. Caricias y abrazos. Millones de besos. Tan frágil, tan hermoso.

¿Cómo vamos a dejarle solo en una habitación? Aunque esté al lado de la nuestra, aunque tengamos un escuchabebés… mejor tenerlo cerquita, por si acaso, para comprobar que respira mientras duerme, para atenderlo mejor si llora, o si tiene hambre, o frío, o calor, o no puede dormir…
Con lo mono que había quedado su cuarto… pero bueno, ya lo usará más adelante, dentro de tres o cuatro meses, cuando no sea tan chiquitín…

“Cariño, vas a tener que ir al Mundobebé. Necesitamos un moisés para ponerlo junto a nuestra cama.” Dicho y hecho. Allá fue el recién estrenado papi. No recuerdo que hubiera que insistirle demasiado, ni que hubiera ninguna queja ni objeción por su parte. Supongo que aquellas pocas horas compartidas con el bebé bastaron para convencerle a él también de que el sitio de nuestro hijo era a nuestro lado, y no en una cuna, solo, en una habitación. Por muy bonita, acondicionada y bien decorada que estuviera.

"Ahora que estás lejos de mí, no sabes cuánto te extraño."
(Anónimo)


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