Toda la vida luchando por no ser mujeres-objeto y ¡zasca! al llegar la maternidad nos echamos las manos a la cabeza al darnos cuenta de que nos hemos convertido no en un objeto, ¡sino en muchos!
En BIBERÓN: Existen niños que utilizan a sus madres como biberones, aunque todo el mundo sabe que esa leche no alimenta, es sólo agua, y no quita el hambre (pero ahí siguen los benditos, enganchados a la teta, como si de verdad les llenara y les prestase).
En CHUPETE: Inevitablemente ligado a lo anterior, existen niños que, aún habiendo saciado su hambre -con leche o con bocadillos de jamón- demandan la teta, utilizando a sus madres como meros chupetes (de tetina anatómica, eso sí).
En CUNA/COLCHÓN/ALMOHADA: Existen niños que han convertido los brazos de su madre en su lugar preferido para echar una cabezadita (o un sueño en toda regla!). También se han documentado casos de niños que muestran predilección por dormir encima de alguna parte del cuerpo de sus madres, utilizándolas a modo de almohada o colchón.
En COLUMPIO/BALANCÍN/HAMAQUITA: No todo va a ser dormir. Hay ocasiones en que los niños buscan la horizontalidad acompañada de un suave (o enérgico) meneo, el mecerse dulcemente al son de algún tierno cántico. Y entonces echan mano de su madre, que huele mejor que el plástico y la madera, que es más suave que el más suave de los tejidos, que suena mejor que cualquier melodía mecánica y cansina, y que ajusta la velocidad del balanceo a la perfección sin necesidad de pilas ni botoncitos.
En CARRITO/SILLITA: Existen niños que utilizan a su madre como medio de transporte. Da igual que tengan a su disposición una MacLaren, una Jané, una Stokke, o una con chasis de aluminio, revestimiento de plata, incrustaciones de swaroski y acolchado de terciopelo. Ninguna como ir en los brazos -o al caballito- de su madre.
En DISPOSITIVO MULTIMEDIA: Por mucho I-Phone o I-Pad que haya, nada como una madre para que cante El Pollito Pío y los Cantajuegos, que baile el Gangnam Style y el Soy una taza, que reproduzca los diálogos de Cars y de Pocoyó, que hable balleno como Dory y que imite la voz del Pato Donald. A una madre no se le acaba la batería, ni se rompe al caer al suelo, ni se le llena la pantalla táctil de arañazos, babas pringosas y mocos resecos.
Existen niños que utilizan a sus madres como muñecas para peinar, peluches para dormir, dinosaurios para luchar. Se han dado casos de madres utilizadas como percheros, libros, televisiones, flotadores, columpios, y un sin fin de etcéteras.
Pero en realidad, yo creo que no existen niños así. Los niños no utilizan a nadie, sino que tan sólo buscan a alguien que satisfaga sus necesidades y les ayude en su desarrollo. En realidad no somos mujeres-objeto, sino tan sólo madres haciendo su trabajo, madres que a veces no necesitan echar mano de todos los cachivaches que las rodean, pero otras veces sí. Esos utensilios que facilitan nuestra labor y que nos son de tanta ayuda: biberones y chupetes, carritos y tronas... Esos sí son los objetos; nosotras seguimos siendo mujeres.
En CHUPETE: Inevitablemente ligado a lo anterior, existen niños que, aún habiendo saciado su hambre -con leche o con bocadillos de jamón- demandan la teta, utilizando a sus madres como meros chupetes (de tetina anatómica, eso sí).
En CUNA/COLCHÓN/ALMOHADA: Existen niños que han convertido los brazos de su madre en su lugar preferido para echar una cabezadita (o un sueño en toda regla!). También se han documentado casos de niños que muestran predilección por dormir encima de alguna parte del cuerpo de sus madres, utilizándolas a modo de almohada o colchón.
En COLUMPIO/BALANCÍN/HAMAQUITA: No todo va a ser dormir. Hay ocasiones en que los niños buscan la horizontalidad acompañada de un suave (o enérgico) meneo, el mecerse dulcemente al son de algún tierno cántico. Y entonces echan mano de su madre, que huele mejor que el plástico y la madera, que es más suave que el más suave de los tejidos, que suena mejor que cualquier melodía mecánica y cansina, y que ajusta la velocidad del balanceo a la perfección sin necesidad de pilas ni botoncitos.
En CARRITO/SILLITA: Existen niños que utilizan a su madre como medio de transporte. Da igual que tengan a su disposición una MacLaren, una Jané, una Stokke, o una con chasis de aluminio, revestimiento de plata, incrustaciones de swaroski y acolchado de terciopelo. Ninguna como ir en los brazos -o al caballito- de su madre.
En DISPOSITIVO MULTIMEDIA: Por mucho I-Phone o I-Pad que haya, nada como una madre para que cante El Pollito Pío y los Cantajuegos, que baile el Gangnam Style y el Soy una taza, que reproduzca los diálogos de Cars y de Pocoyó, que hable balleno como Dory y que imite la voz del Pato Donald. A una madre no se le acaba la batería, ni se rompe al caer al suelo, ni se le llena la pantalla táctil de arañazos, babas pringosas y mocos resecos.
Existen niños que utilizan a sus madres como muñecas para peinar, peluches para dormir, dinosaurios para luchar. Se han dado casos de madres utilizadas como percheros, libros, televisiones, flotadores, columpios, y un sin fin de etcéteras.
Pero en realidad, yo creo que no existen niños así. Los niños no utilizan a nadie, sino que tan sólo buscan a alguien que satisfaga sus necesidades y les ayude en su desarrollo. En realidad no somos mujeres-objeto, sino tan sólo madres haciendo su trabajo, madres que a veces no necesitan echar mano de todos los cachivaches que las rodean, pero otras veces sí. Esos utensilios que facilitan nuestra labor y que nos son de tanta ayuda: biberones y chupetes, carritos y tronas... Esos sí son los objetos; nosotras seguimos siendo mujeres.
Jejejeje... qué buenooooooooo!!!! :-)
ResponderEliminarGracias, pitu! ;-)
EliminarIsabel!
ResponderEliminarExcelente entrada... es cierto que las mujeres luchamos por no ser vistas o usadas como objetos y también es cierto que con la maternidad se Resignifica la idea, porque como vos decís parecemos objetos pero los objetos son otra cosa. Esos que nos ayudan con la tarea pero no la suplen. Porque somos mujeres mamás y para nuestros hijos MAMÁ es TODO eso y mucho más.
Encantada de volver a leerte en este carnaval y diccionario colectivo.
Un abrazo porteñudo desde las tierras argentas
Muriel y yo
Muchas gracias! Me alegro de que se me haya entendido, y que te haya gustado! Muchos besos para Muriel y para ti ;-)
EliminarAy, que desazón al principio de leerte... Jajajaja!! Luego ya lo has aclarado todo!! Pues es verdad. Esos objetos que nos facilitan la vida pero que no nos sustituyen, sólo les (entre)tienen mientras nosotras no podemos estar con ellos o atenderles como se merecen.
ResponderEliminarY sí que es verdad que visto desde fuera, para una persona que no haya criado a bebés, puede parecer que la crianza nos "cosifica", pero cuando lo sientes en tus propias carnes, te das cuenta que es justo al contrario, porque alimentar, amar y velar a nuestros hijos nos hace mejores personas.
MUy buena reflexión.
Un abrazo!!!
Ja, ja, ya me ibas a incluir en la lista negra, ¿eh? Otro abrazo para ti! :-D
Eliminarplas, plas, plas, plas (aplausos) no lo había pensado de esa manera pero.. me encanta ser una mujer-objeto.. muy buena tu definición.. feliz día
ResponderEliminarMuchas gracias!! Si está claro que por nuestros niños somos lo que haga falta, incluyendo pista de coches y álbum para pegar cromos! Un beso:-)
EliminarQué buenoooooooooo. Pero si tengo que elegir ser un objeto, me cambiaría un millón de veces en mi vida por cualquiera de los que tan magistralmente has mencionado, María Isabel. Porque todos son maravillosos instrumentos que nos conectan a nuestros hijos, protagonistas de momentos inolvidables y únicos.
ResponderEliminarYo siempre me he sentido mamá orquesta, mamá todoterreno... distintas versiones de tu mujer objetó, Jajajajaja. Buenísimo, niña. Qué soberbia combinación de ternura e ironía.
Un besazo!
Yo también sería algún objeto de estos, porque para mujer-florero no valgo!
EliminarLo de la mamá orquesta me ha encantado, me visualizo tocando la armónica, la guitarra y el tambor a la vez...
Muchas gracias por tus palabras, y otro besazo para ti, guapa!:-)
Y qué buenos objetos!
ResponderEliminarLos pequeños siempre nos busccn porque saben que somos capaces de ser cualquier cosa para y por ellos.
Salu2
Claro, si es que saben bien a quién arrimarse! Ah, y todo es aplicable a los papás (salvo el bibe y el chupete, por razones obvias!)
EliminarUn beso :-)
¡¡¡Geeenial!!! ¡Qué buenísima elección y qué bien contado!
ResponderEliminarUn abrazo
Muchas gracias! Me alegro de que te haya gustado :-)
EliminarUn beso, y que pases un feliz día!
Madre mía, otro post que me ha puesto los pelos de punta, que nivel tiene este diccionario!! Al empezar a leer, me "asusté" un poco, pero enseguida, al ver el camino que tomabas, me has llegado a lo más hondo. Porque yo soy una madre en toda regla, una de esas mamá-objeto, una a la que su hija utiliza de biberón, chupete, almohada, transporte y todo lo que haga falta. Una mamá feliz de darle a su peque todo lo que necesita.
ResponderEliminarLo has hecho súper amenos. Genial!!
La verdad es que no estaba segura de si se me iba a interpretar correctamente, pero veo que sí! Me alegro mucho de que te haya gustado, y gracias por tus palabras!
ResponderEliminarQue pases un buen día! Un beso :-)
Jajaja... al principio, he de confesarte, que no sabía por dónde ibas a salir, pero me ha encantado tu conclusión. No puedo estar más de acuerdo: somos madres haciendo nuestro trabajo, satisfacer las necesidades de nuestros hijos. Que no nos confundan :-)
ResponderEliminar¡Genial, como siempre!
Besotes, guapa.
Pues te confieso que ni yo misma sabía bien cómo acabar, te prometo que reescribí el último párrafo cuatro veces, porque no me convencía del todo! :-D Pero al final no ha quedado mal del todo, ¿no? Ja, ja, ja. Muchísimas gracias por tus palabras, eres un encanto. Besos :-)
EliminarBuen post, y buena conclusión.
ResponderEliminarMuchas gracias, guapa:-)
EliminarMe has sacado una pedazo de sonrisa, nena. Ha estado genial el tono irónico del post, muy divertido de leer. Me encantas! Un besazo
ResponderEliminarJa, ja, muchísimas gracias!!! Otro besazo para ti :-D
EliminarJejeje, genial forma de hablar de esas dos formas de maternidad de las que tanto se habla con respeto y sentido del humor. Si señor.
ResponderEliminarÚltimamente hago mucho de almohadón y de muñeca para peinar. Tambien de perchero (cada día a la vuelta del cole), taxista y un sin de cosas más. Y las que me quedan. "Tan sólo madres haciendo su trabajo". Olé.
Un besote
Qué suerte lo de ser muñeca para peinar! Lo que me gustaría a mí eso, pero mis tres chicos no tienen inclinaciones peluqueriles, snif, snif :-( Seguro que si les dejo mi cabeza me la reducen como los jíbaros :-D
EliminarUn besazo :-)
Ser este tipo de mujuer-objeto no me importa para nada!!! y que dure lo máximo posible!!!! Lo hago encantadísima!!!!!!!!!!!!
ResponderEliminarBesos!
Ja, ja, yo también! :-D
ResponderEliminaryo fui biberón y chupete hasta hace poco y la verdad es que me hace tanta falta!! lo que menos me gusta es ser su medio de transporte pues me tiene la espalda rota! jejejej (pero seguro que cuando ya no me necesite me llegará a hacer falta también)
ResponderEliminarBesos
Seguro que al final acabamos echando de menos todo esto! ;-)
EliminarMe encanta ser mujer objeto, y no sabeis lo que lo echo de menos mis hijos ya no toman teta ni duermen encima mio asi que cuando estan mimosos me aprovecho jajaja
ResponderEliminarBesos
Aida De Simplemente Yo
Claro, cuanto más apreciamos algo es cuando ya no lo tenemos! Un beso :-)
EliminarVivan las madres!!!!!!!!!! Yo adoro ser el objeto de mis hijas, me encanta que se duerman en mi brazo, que me utilizaran como chupete, como biberón, y como todo.
ResponderEliminarUn abrazo
Si el resto del mundo nos "utilizara" con tanto amor y tan nobles intenciones como nuestros niños...
EliminarOtro abrazo :-)
¡Aqui otra mujer objeto feliz y encantada de leer tu entrada! Además os diré que mi madre es otra mujer objeto perfecta, todavia a dia de hoy me encanta acurrucarme en su pecho... algo tienen sus tetas, niño que las toca, niño que se duerme jaja
ResponderEliminarJa, ja, qué bueno, menuda estampa verte acurrucadita junto a tu mami! Quizá ella lleve un sujetador que produce somnolencia! ;-)
EliminarUn beso, guapa :-)
Yo también soy una mujer-objeto y a mucha honra! Y como dicen por los comentarios, cuando deje de ser el colchón de mi Peque lo echaré de menos.
ResponderEliminar¡Me encanta!
Un abrazo!
En dejar de ser almohada se tarda más ;-) Está claro que hay que aprovechar mientras podamos! Un beso :-)
Eliminargenial tu mujer objeto !!! a mi me pasa que me usan como mujer pasillo, me utilizan para llegar a cualquier sitio :)
ResponderEliminar¡Gracias! A eso también podríamos denominarlo mujer-puente! Un beso:-)
EliminarUn enfoque muy fresco :) me ha gustado mucho.
ResponderEliminarMuchas gracias, me alegro de verdad! Un beso :-)
EliminarQué buen final :) Justamente estoy en mi supuesto rol de objeto, haciendo de cama, ya que mi niño duerme plácidamente en mis piernas, mientras yo comento plácidamente en el carnaval. Hasta hace unas horas cumplí mi rol de chupón, porque se prende de mi teta solo para dormir, porque "mi leche ya no lo alimenta" jajaja
ResponderEliminarUn beso!
Es que ya sabes que "sólo es agua"... ja,ja, otro beso para ti! :-)
Eliminar¡¡¡me ha encantado!!tienes un premio en mi blog
ResponderEliminar¡Oh, muchas gracias! Lo recogeré en cuanto pueda! :-)
EliminarComo humorista eres muy buena, Mª Isabel, pero como filósofa eres enorme!
ResponderEliminarUn besito!
No me canso nunca de leerte!!!