viernes, 28 de junio de 2013

VIERNES DANDO LA NOTA: DEF LEPPARD, WHITESNAKE Y EUROPE

Hoy se celebrará a setenta kilómetros de nuestra ciudad, más o menos, uno de los conciertos que se sumarán a la lista de "eventos a los que me hubiera gustado mucho mucho mucho asistir, pero no pudo ser". Se trata de un revival de viejas glorias del heavy ochentero, y ya que no voy a ir, pues al menos escucharé junto a vosotros algunas de sus canciones:

De los fantásticos Def Leppard, la sencilla y preciosa Two steps behind:



De Whitesnake, el clásico Is this love


Y de los suecos Europe, ¡cómo no!, The final countdown, porque no sólo de baladas vive el hombre (aunque confieso que estuve a un pelín de poner Carrie ;-))


¡Feliz fin de semana a todos!

miércoles, 26 de junio de 2013

LA MATERNIDAD DE LA A A LA Z: CH DE CHANTAJE

SOBRE EL ODIOSO CHANTAJE EMOCIONAL PRACTICADO POR ALGUNAS MADRES



Si hay algo que me repatea oír en boca de una madre es el famoso "después de todo lo que he hecho por ti..."
¿Quién no se lo ha escuchado, en alguna serie o película, a la vieja malvada de turno que intenta así manipular la voluntad de su hijo? O peor aún, puede que incluso alguno de vosotros haya tenido la desgracia de recibir semejante perla de su propia y venerada madre.
economiapalentina.blogspot.com.
"Después de todo lo que he hecho por ti...", da igual que se diga con voz ahogada por el llanto, entre suspiros lastimeros o en un grito de indignación. Para mí esto es el más claro ejemplo de chantaje emocional, y el más vil y rastrero que pueda encontrarse. ¿Dónde ha quedado el supuesto amor incondicional de madre, dónde la entrega y el sacrificio? 
En el momento en que se exige (o se pide, o se suplica) una contrapartida, una contraprestación, un pago por haber amado, y por haber ejercido de madres, algo ha fallado. Alguien se ha equivocado en su rol materno, alguien ha confundido u olvidado lo que eran sus obligaciones y responsabilidades. "Todo lo que he hecho por ti": alimento, vestido, cobijo, sanidad, educación... ni más ni menos que TODO LO QUE SE TENÍA QUE HACER.
¿Acaso ese hijo nacido de tus entrañas te pidió nacer? ¿Acaso él lo escogió, o te obligó a hacerlo? Pues una vez que lo has traído al mundo, lo natural, lo normal, lo lógico es que te hagas cargo de él, que lo cuides, y proveas lo necesario para su educación y crianza. ES LO MENOS QUE PUEDES HACER POR ÉL.
Me indignan las madres que echan en cara a sus hijos "todo lo que han hecho por ellos". Y por supuesto no debemos confundir esto con faltar al respeto a las madres, claro que no. Pero una cosa es reivindicar humildemente nuestro trabajo con satisfacción, y otra muy distinta el andar exigiendo a los hijos medallas, aplausos o recompensas. 
Cuando nuestros hijos crezcan y se hagan adultos, si tienen el discernimiento necesario y el criterio suficiente, serán capaces de ver lo que hemos hecho por ellos, tanto lo bueno como lo malo, si fuimos amorosos o dictadores, cercanos o distantes, si les dimos alas o les cortamos las raíces de cuajo. No hará falta recordárselo, ni que se lo restreguemos por las narices. 
Pero muchas veces se confunde el reconocer los fallos de nuestros progenitores con ser un desagradecido, el rechazar su manera de hacer las cosas con ser un descastado, el evidenciar que podían haberlo hecho mucho mejor con ser un mal hijo. Y no es así. Amar (a una persona, incluyendo hijos y padres) no significa dar siempre la razón, ni aprobar y justificar todas las acciones y todos los comportamientos del presente o del pasado. Esta es otra forma de chantaje emocional, a mi modo de ver mucho más extendida, pero igualmente perniciosa.

Como madre, mi prioridad absoluta es la felicidad y el bienestar de mis hijos, y le pido a Dios que en el futuro me guarde de ser una chantajista emocional, una de esas madres con el "después de todo lo que he hecho por ti" siempre listo en la punta de los labios, una de las que se consideran merecedoras de amor absoluto y respeto total por el simple hecho de, un día (no sé si bueno o funesto), haber tenido un hijo. 




¿CÓMO SON LOS ANIMALES?

Hace un par de semanas el Mediano trajo a casa uno de sus trabajos del cole, que hoy os quiero enseñar.

¿CÓMO SON LOS ANIMALES?

LA JIRAFA TIENE PELO EN SU CUERPO


EL CANGREJO PROTEGE SU PIEL CON UN CAPARAZÓN


EL PEZ TIENE SU CUERPO CUBIERTO DE ESCAMAS


LOS PÁJAROS TIENEN EL CUERPO CUBIERTO DE PLUMAS



Como podéis ver, el cuerpo de los animales se hace con un par de manitas y pintura de dedos; los ojos son bolitas de plastilina (o blue-tac blanco, no estoy muy segura) aplastadas, pegadas y pintadas con rotulador negro, y el resto de detalles (pico, cresta, patas, plantas acuáticas, nombres...) con pintura o rotulador.

A mí me ha encantado. ¡La verdad es que la profe de infantil de este año se lo curraba un montón! Gracias, Loli :-)

lunes, 24 de junio de 2013

NO SOY SEXY, SOY GUAPO

SOBRE LA LIGEREZA A LA HORA DE USAR CIERTAS PALABRAS

El Mayor apareció con sus gafas de sol nuevas puestas, haciéndose el interesante. Sus amigos se dieron cuenta -evidentemente- y uno de ellos, de siete años, le piropeó: "¡Oh, estás muy sexy!". No tardó en sumarse otro niño de seis años, coreando el "¡Qué sexy, qué sexy!" 
Esto me recordó a que hace un mes o así, el Mayor le decía al Pequeño que "tenía un pelo muy sexy". ¿Sabéis de dónde había sacado esta palabra? Pues de la peli que más se ha visto en mi casa (y puede que también en las casas de los niños de medio mundo): Cars. Si alguien no lo recuerda, es la vieja Lizzie quien le dice al camión de bomberos que se aparte, que no le deja ver a "ese bólido tan sexy" (Rayo McQueen, se entiende).

willing.com
¿Cómo se le explica a un niño lo que significa ser sexy? La RAE define este adjetivo como "que tiene atractivo físico y sexual". 
¿Es lo mismo que ser guapo? No. 
¿Bonito? Tampoco. 
¿Algo que gusta, agradable a la vista? También lo puede ser un lechoncito sonrosado, y no es algo muy sexy, que digamos. Yo me rindo (y acepto sugerencias).

No me gusta que mis hijos usen esta palabra (no ha vuelto a decirla desde lo del pelo), pero aparece hasta en la sopa. La cantan en el Gangnam Style: ("Heeeeeeeey, sexy lady"), y la usan en infinidad de dibujos animados (además de Cars), por ejemplo, recuerdo haberla oído en Ice Age: La Edad de Hielo (cuando el perezoso Sid intenta conquistar a unas perezosas), y en la horrible serie de George de la Jungla (donde alguien se pide el nombre en clave "chica sexy").
Pero peor me parece que un adulto le dedique este "piropo" a una niña, como yo misma pude presenciar hace ya algunos años, o que le digan a un niño que ese vaquero le hace "un culito muy mono". Pues no. Las niñas están guapas, preciosas o bonitas, y no sexys. Y un pantalón vaquero a un niño le queda bien o mal, le cae o le aprieta, pero no le hace el culito mono.

En fin, igual no tiene tanta importancia, y es sólo cosa mía, y me estoy haciendo vieja, y no voy en consonancia con los tiempos. O igual nuestra sociedad está tan enferma que ya miramos a los niños con ojos de adultos, y les enseñamos, desde su más tierna infancia, que ser sexy es algo positivo y deseable, algo que debe ser admirado y alcanzado. Una meta en su vida, vaya.

sábado, 22 de junio de 2013

viernes, 21 de junio de 2013

VIERNES DANDO LA NOTA: SCHOOL'S OUT (ALICE COOPER)

¡Hoy acaba el cole! Y lo más oportuno para tan señalada ocasión es traer a la memoria la famosa canción de Alice Cooper School' Out.
Este vídeo pertenece al show que grabó el bueno de Alice allá por el año 1978 con los Muppets (o como se llamaron siempre en España, los Teleñecos).
¡A disfrutar de las vacaciones!


miércoles, 19 de junio de 2013

LA MATERNIDAD DE LA A A LA Z: T DE TRAMPAS

El camino de la maternidad no está exento de trampas, artificios engañosos en los que podemos tropezar, caer, o directamente hundirnos. 

Una de ellas es la arraigada y muy extendida creencia de la obligatoriedad de tener hijos. 
Hay que tenerlos "porque es lo que toca", porque se supone que es lo que "debe hacer" toda mujer llegada a una cierta edad, y el argumento definitivo de hoy en día, "porque todo el mundo lo hace". ¡Y yo que pensaba que los oscuros tiempos donde lo ÚNICO que se valoraba en una mujer era su capacidad reproductiva ya habían quedado atrás! Pues parece que no. Será que esa "necesidad" de engendrar un heredero (varón) que haga perdurar el apellido de la familia no es exclusivo de las películas... Siempre he pensado que los hijos hay que tenerlos por amor, por un deseo puro que nace del corazón, y no por costumbre, por conveniencia o por ridículas presiones sociales y/o familiares. Pero se ve que estaba equivocada. Y aún ahora hay parejas que tienen hijos sin mucho convencimiento "porque es lo que se esperaba" de ellos, para "cumplir" no sé cuál estúpida expectativa, o porque se dejan arrastrar por la inercia de "lo que siempre se ha hecho".

Otra de las trampas de la maternidad que cada vez cobra más fuerza es la de que no sólo es posible recuperar la figura que se tenía antes del embarazo, sino que ES NECESARIO hacerlo, y rapidito. De minar y bombardear a las embarazadas (y a su entorno) se encargan hábilmente los medios de comunicación, elevando a la categoría de diosas maternales (dignas de adoración, imitación y respeto) a las actrices/cantantes/modelos que no tienen otra cosa que hacer más que atender a la apremiante recuperación de su cuerpo, pues de la comida, la casa, otros hijos y seguro que también del bebé ya se encarga el personal contratado a tal efecto. Nos olvidamos de que esas mujeres viven de su físico, y al igual que un taxista debe tener su taxi siempre a punto, ellas tienen que tener su cuerpo siempre listo para embutirse en un vestido de la talla 36 y un sujetador de la 120. Porque nuestra sociedad es así de superficial, y ahora resulta casi inconcebible una cantante fea o una actriz con sobrepeso. Y en el momento en que esas mujeres se erigen en modelos a imitar... la cagamos. Porque aunque nosotras no vayamos a desfilar en el Victoria's Secret a los cuatro meses de parir, se nos "exige" que estemos estupendérrimas y buenorras, con la barriga plana y las piernas sin varices. Si ellas han podido, nosotras no tenemos excusa, aunque no tengamos un ejército de entrenadores, masajistas, instructores de yoga y de pilates, cocineros macrobióticos, cirujanos plásticos, peluqueros, maquilladores y estilistas a nuestra entera disposición. Y si no hemos podido hacernos el mommy makeover tras la cesárea programada, pues siempre nos quedará Corporación Dermoestética con su "Pack especial madres".

Y la trampa más tramposa de todas: la idea de que tener un hijo no afecta ni cambia a sus padres, por lo que se puede seguir llevando la misma vida que antes de tenerlo, con las mismas rutinas, los mismos hábitos, las mismas metas, las mismas prioridades. Pues no. Es completamente falso. Es ABSOLUTAMENTE IMPOSIBLE que la vida no cambie con un hijo en casa, que no se modifiquen los horarios ni trastoquen las costumbres, que los padres no cambien por dentro y por fuera, en su percepción, en su forma de ver la vida y encararla, en sus deseos, puede que incluso en sus palabras. 

El camino de la maternidad no está exento de trampas, pero pienso que si nos lo proponemos, no es tan difícil evitarlas.



martes, 18 de junio de 2013

¿CHANCLA O ZAPATILLA?

DE CHANCLAS Y ZAPATOS, PASANDO POR ZAPATILLAS

Mi hermana me mostró este vídeo hace poco, seguramente muchos de vosotros ya estábais familiarizados con esta "técnica de crianza" milenaria:


En mi tierra, por cuestiones climáticas, siempre se usó más la zapatilla:


Aunque en otras latitudes se estila más el zapato:


Confieso que últimamente me entran ganas de lanzar una chancla, una zapatilla o un zapato (o mejor aún un buen zueco de madera) a muchos adultos que veo por ahí. Pero dicen que no es de buena educación. Mecachis... 

viernes, 14 de junio de 2013

VIERNES DANDO LA NOTA: DREAM ON (AEROSMITH)

bandsglemmetal.wordpress.com
Aerosmith es uno de esos grupos que se dejan caer con frecuencia en estos Viernes dando la nota. Y no me extraña, porque son uno de esos grupos fantásticos que triunfan generación tras generación. 
La canción que hoy os traigo data de 1973, aunque esta versión con orquesta es de 1991. No es una balada, género en el que son maestros, pero a mí siempre me ha parecido un tema impresionante. 
¡Espero que os guste! 


"Sigue soñando hasta que tus sueños se hagan realidad"




jueves, 13 de junio de 2013

LA MATERNIDAD DE LA A A LA Z: R DE REFERENTES CULTURALES

DIANA VS. MÉRIDA




Prometo que antes de ser madre tenía otros referentes culturales. Vale que no andaba por las esquinas declamando a Shakespeare ni citando a Platón, pero no había llegado a los extremos de ahora. Fui consciente de este fenómeno degenerativo ya hace algún tiempo, cuando al cambiar el pañal a alguno de mis niños me salía la voz del pingüino Kowalski diciendo "Casi pierdo el conocimiento por un instante", o cuando censuraba algo al estilo de Cruella de Ville y su "¡Esto es una porquería del demonio!"Luego me sorprendía a mí misma contestando un "Sigue soñando, Trueno" a modo de negación, un "Espera un nanosegundo" para pedir tiempo, o un "Swiper no robes" para evitar que alguien cogiese algo. 
Este proceso de pérdida (o más bien reemplazo) de referentes culturales no sólo se limita a la repetición de frases lapidarias de los dibujos animados, sino que deja su huella también en los símiles y las comparaciones que vienen a mi cabeza: si alguien es estúpido, es más tonto que Patricio de Bob Esponja, si es un tacaño, es un Stingy de Lazy Town, si es un vago, es un Nobita de Doraemon, y si es un abusón, es como Boog de Fanboy y Chum Chum.
Otro síntoma: la semana pasada el Papi y yo vimos en casa una película de James Bond, y al salir su coche voy y suelto un "¡Mira, es Finn McMissile!" (de Cars 2), en vez de un "¡Mira, un Aston Martin!". Y otro: las razas de perro ya no son dálmata y cocker, sino un Pongo y una Reina; y los peces, por supuesto, son nemos y dorys.
elcalderodegaia.blogspot.com
es.disney.wikia.com
Pero el golpe de gracia vino el otro día. Me explicaba una amiga sus avances en la práctica de tiro con arco, al que se ha aficionado desde hace un par de años, y en mi mente apareció de manera automática la figura de Mérida, la arquera de la película Brave. Y ella (mujer cultivada y sin hijos, no como yo) me dice algo como "Parezco Diana cazadora." Y ahí me mató. Ella evocando la mitología clásica, y yo a una princesa Disney. 
¿Debería estar preocupada? ¿Es grave que las frases más sabias que he oído en los últimos tiempos provengan de la tortuga milenaria de Kung Fu Panda: "El Ayer es historia, el mañana es un misterio, el ahora es un regalo, por eso se llama Presente"; "A veces encontramos nuestro destino en el camino que tomamos para evitarlo". 
¿Que las más inteligentes vengan del saltamontes Hopper de Bichos: "Las ideas son algo muy peligroso"? 
¿Que las más graciosas vengan del panda Po: "La alucinancia no tiene precio, la atractividad tampoco"; del pingüino Ramón de Happy Feet: "Corramos un centímetro por hora"; "Una vez un bicho hizo eso y todavía lo buscan para darle con un palo", o de la mantis de Bichos"No sé qué estarás elucubrando en tu loco cerebrillo de hormiga"?
¿Nadie más que yo ha dicho alguna vez Hakuna Matata, o ha cantado Soy el mapa de Dora?
En fin, que en mi caso la maternidad me ha transformado el cuerpo, el espíritu, el corazón y el intelecto. 
¿Hasta cuándo durará esto? Eso sí lo tengo claro: "¡Hasta el infinito... y más allaaaaá!".


martes, 11 de junio de 2013

VISITA AL POBLADO INDÍGENA

DE CÓMO SALIMOS INDEMNES DE NUESTRO ENCUENTRO CON LOS SALVAJES

Hace un par de semanas nos fuimos, como buenos exploradores intrépidos que somos, a visitar un poblado indígena. Nada más llegar, me sorprendió lo avanzado de su arquitectura, y lo moderno de su vestimenta. Incluso llegué a pensar que nos habíamos equivocado de itinerario, y que aquello no era una tribu de salvajes. Pero me equivoqué. Además de salvajes, los habitantes de aquel poblado eran abiertamente incivilizados y hostiles. Unos proferían improperios en su lengua nativa, otros se dedicaban a lanzarse pedruscos, y otros a escupir desde un promontorio. Una piedra y un escupitajo nos pasaron rozando.
"¿Qué tribu será esta?", pensé. Mi primera opción fueron los Jíbaros, pero no se veían cabezas reducidas por ningún lado. Mi segunda apuesta fueron los Yanomami, pero no se asemejaban a los de la foto que había visto en la wikipedia:

Me dí cuenta de que, sorprendentemente, solo había individuos de muy corta edad a nuestro alrededor. Los miembros adultos de la tribu se mantenían bien lejos, cada cual enfrascado en sus propios asuntos. Usando entonces mis grandes conocimientos antropológicos, y echando mano de la Guía de Supervivencia de la Srta. Pepys que llevaba en la mochila, deduje hábilmente que dicho poblado pertenecía a la tribu de los Sinsumami, Sinsupapi, y Sinningúnadultoresponsablealcargo.
También se les conoce como "Niños asalvajados sueltos en el parque sin supervisión ni vigilancia".

Pues sí. Confieso que aborrezco profundamente ir al parque. Yo sola -con tres- ni me lo planteo, pero de vez en cuando algún alma caritativa (léase abuelas o tías) se ofrece a acompañarnos, y ahí sí nos lanzamos a la aventura, como sucedió aquel día. 
A mis niños les encanta ir, pero yo prometo que sufro. Sufro cuando veo al pequeño trepar por esas construcciones de madera que fabrican con la fea costumbre de dejar zonas sin protección, ni tobogán, ni rampa. Tan sólo el vacío y la nada. La leche que se meten cuando caen de ahí es de órdago, y lo digo por experiencia. Sufro con los niños que avasallan a otros en el tobogán. Con los que monopolizan el columpio. Con los que salpican agua de la fuente. Con los que arrojan arena a los ojos de los demás. Con los que atropellan con la motofeber y luego se dan a la fuga. Con los que dan balonazos en la cabeza o en la barriga de las embarazadas. Con los que escupen desde los sitios elevados. Con los que tiran piedras del tamaño de una patata mediana. Pero sufro todavía más cuando veo a los adultos -supuestamente responsables- sentados en los bancos, leyendo sus libros, jugando con sus ipads, o de charla distendida con otros. Cuando no están en una terracita (más o menos lejana, qué más da) de cervezas. O cómodamente en su casa, o en su negocio, casualmente situados justo al lado del parque. Sufro, y me indigno.
Y ya me sé de memoria el rollo de que los padres también tenemos derecho a disfrutar, y que no hay nada malo en cultivar las amistades parquiles, que no se puede ser tan sobreprotectores y no hay que estar encima de los niños, que hay que dejarles a su aire, para que socialicen, y maduren, y resuelvan sus conflictos y bla, bla, bla. Estoy de acuerdo. A mí también me gusta sentarme en el banco, de tertulia con otras madres, disfrutando del aire libre, y del solecito si hay suerte. Pero tengo el suficiente sentido común para darme cuenta de que, hoy por hoy, esto no es posible. Quizá dentro de tres o cuatro años pueda hacerlo, cuando no tenga niños pequeños a los que echar mi (¿sobreprotector?) ojo. Porque conozco a mis hijos, y sé perfectamente a cuál puedo dejarle campar a sus anchas, y a cuál hay que atarle en corto. Así que mi vida social en el parque se reduce a microconversaciones (a pie) interrumpidas por un "te dejo que no veo a este", "espera que voy a darle el plátano al otro", o un "¡¡¡Cuidado que te matas!!!".   
Y me pregunto qué pasa con el resto de padres. ¿Dónde estaban los de los niños que tiraban el pedrusco que no le dio en la cabeza al Pequeño de milagro? ¿O los de los niños escupidores? ¿O los de la niña que intentó echar al Mediano del columpio? Ninguno de ellos creo que superase los 6 años, y aunque tuviesen 14, si sé que mi hijo es de naturaleza asilvestrada (como tengo yo alguno), ¿no debería estar más pendiente de él? Por su propia seguridad, y por la de los otros usuarios del parque. Quizá esos padres no conozcan a sus hijos, y piensen que tienen un modelo de conducta y civismo en casa. O quizá se esté más cómodo con el culo pegado al banco, leyendo el libro, jugando con el ipad, o de charla distendida con otros adultos. 

sábado, 8 de junio de 2013

LA BRIGADA DERMATOLÓGICA CONTRA LOS PADRES MALTRATADORES

SOBRE DECLARACIONES DESFORTUNADAS Y CREMAS SOLARES

periodistadigital.com

¡Enhorabuena a D. José Carlos Moreno! ¿Que no sabéis quién es? Pues el presidente de la Asociación Española de Dermatología y Venereología, que ha conseguido ser noticia y salir en todos los periódicos del país. ¿Será que se ha hecho algún extraordinario descubrimiento en su campo, o que se ha conseguido algún avance significativo en lo suyo? Pues debe ser que no, pues la noticia (que podéis ver pinchando aquí) aparece en la página de Sociedad, y no en Cultura, ni Actualidad, ni en Última Hora.
Resulta que el bueno del Sr. Moreno ha declarado el pasado viernes, durante un congreso celebrado en Valencia que "un niño correteando desnudo por la playa y sin protección es un caso de maltrato infantil, así como lo es la cada vez más infrecuente dermatitis del pañal, pues no debe exponerse al sol a un bebé de menos de 6 meses". 
¿¿¿¡¡¡Cómo!!!??? En mi pueblo esto se llama demagogia barata, es decir, apelar a las emociones de la gente, a sus miedos, a sus sentimientos, manipulando la realidad para conseguir su favor y su apoyo. Porque todos sabemos lo sensibilizada que está nuestra sociedad con el tema del matrato (como debe ser, por supuesto), y meter en el mismo saco el no echar fotoprotección a un niño, o exponer al sol a un bebé chiquito, me parece cuando menos ridículo, indignante e inmoral. 
El presidente de esta Asociación debería darse cuenta del alcance de las palabras, y del poder de la retórica. Quizá sólo sea un ignorante bocazas, que soltó lo primero que le vino a la cabeza sin medir sus declaraciones. O quizá sí se ha dado cuenta, y lo que buscaba era precisamente esto, un titular con el que copar portadas y periódicos. Pues lo ha logrado, aunque sea de manera fraudulenta y penosa.
Podría haber afirmado que es perjudicial y peligrosísimo para la salud dejar que un bebé tome el sol, al igual que no echarles crema protectora a los niños. Que tiene efectos devastadores en su delicada piel, que puede pasarles factura y degenerar en un melanoma... en fin, verdades innegables científicamente contrastadas. Pero de eso a entrar en el delicado asunto del maltrato infantil, lo considero aberrante. 
¿Acaso pretende instaurar en las playas una especie de Brigada Dermatológica, para controlar este horrendo delito? ¿Irán sus integrantes revisando niño por niño, pidiendo el DNI a los bebés para ver si son mayores de 6 meses, y comprobando si la crema solar tiene el índice adecuado y es de la marca autorizada por la Brigada? Porque esta es otra, ya puestos, podrían estar patrocinados por algún prestigioso laboratorio, de esos tan eminentes que son incapaces de fabricar un fotoprotector que dure más de doce meses... ah, no, que eso es para ganar todavía más dinero, ¿o era para estafar a los compradores? ¿o para incentivar el consumo?
Lo dicho, a mi juicio el señor Moreno se ha cubierto no de gloria precisamente, sujetos como él desprestigian a todo el gremio de dermatólogos, que harían muy bien en darle una patadita en el culo e invitarle a abandonar la presidencia de su Asociación. Pero como ya todos sabemos, en este país todo vale, el verbo dimitir no consta en el vocabulario de ninguna persona que ocupe cargos públicos, y rectificar y pedir disculpas se considera de cobardes.
Así que seguiremos lucrando a las farmacéuticas, gastando el dinero en comprar religiosamente cada verano un nuevo fotoprotector, encremando bien a los niños y vigilando a nuestros bebés, pero no porque lo diga un pájaro con afán de protagonismo y ganas de llamar la atención, sino porque creemos que es lo mejor para ellos. 



viernes, 7 de junio de 2013

VIERNES DANDO LA NOTA: LOVE WALKED IN (THUNDER)

www.thunderonline.com
¡¡¡Hoy os traigo una canción que estoy completamente segura que nadie va a conocer!!! Soy consciente y lo asumo. Pero es que es una canción que me encanta. 
Su historia se remonta a los años 90, aquella época en la que mis padres y el resto de vecinos del edificio decidieron poner una antena parabólica en casa. Con ella podíamos ver tropecientos canales europeos de televisión (las RAI, TeleFrance, Eurosport, RTL...), de los cuales sólo me interesaban dos: la MTV y el extinto Super Channel. Las dos eran cadenas musicales, y las dos eran del Reino Unido, por lo que muchos de los artistas que por allí se dejaban caer (en persona o en formato vídeo) eran británicos. Así conocí a mis adorados Thunder. Ésta fue la primera canción que escuché de ellos, y como suele decirse, fue amor a primera nota. 
Con vuestro permiso, le dedico esta canción, Love Walked In, a Papi (por supuesto, porque contigo el amor llegó a mi puerta!!! :-)) y a mí misma, porque hoy es mi cumpleaños!! ;-)
¡¡¡Buen fin de semana para todos!!!
     


miércoles, 5 de junio de 2013

LA MATERNIDAD DE LA A A LA Z: A DE ALARMISMO

DE LOS PELIGROS DE LOS ALARMISTAS CON SU INSUFRIBLE ALARMISMO


El alarmismo materno es un mal común que nos aqueja desde el mismo momento en que decidimos comunicar al mundo nuestro estado de buena esperanza. Contrariamente a lo que pudiera parecer, las madres solemos ser las principales víctimas de este mal, y no las causantes. 
Las madres, por lo general, no solemos ser alarmistas en extremo, ya que algo en nosotras, -llámese sentido común, intuición, o instinto- actúa de tal forma que nos lleva a discernir, la mayoría de las veces con acierto, la naturaleza peligrosa (o no) de determinada situación, a la vez que nos frena para no caer en la histeria del alarmismo sin mesura (la preocupación justificada, las dudas, el temor y el instinto de protección son otra cosa. No se me confundan).
La verdadera amenaza del alarmismo materno procede del exterior, y se cierne sobre nosotras cuando menos lo esperamos y aún menos lo necesitamos. Los alarmistas proliferan a nuestro alrededor como los champiñones en temporada de setas. Se camuflan entre nuestros parientes, amigos y vecinos, y también -cómo no- entre perfectos desconocidos. Todos disfrazados de consejeros desinteresados y solícitos, se reconocen por no ver nunca el vaso medio vacío, sino directamente sin agua y a punto de romper. 
Los alarmistas son los que durante todo el embarazo te machacan con lo de "si tomas esto al niño le saldrán manchas" o "si te acercas al gato pillarás la toxoplasmosis", son aquellos tan majos que en el noveno mes intentan convencerte de parir sin epidural por si te dejan una parálisis permanente en las piernas. Sí señor, los ánimos que no falten.
Ya con niños, los alarmistas son los que te previenen de los peligros de dejar a tu bebé solo con su hermano mayor, no sea que le dé un ataque de celos, le empuje cuna abajo y le rompa la crisma.
Son también los que ven piojos en un simple picor de cabeza, otitis en un tocamiento orejil, cistitis en dos visitas seguidas al water, gastroenteritis en una caca suelta, sarampión en un granito, raquitismo en un cuerpo delgado, un trombo en una vena que se nota, y meningitis en un dolor de cadera. Por ejemplo.
Con sus predicciones optimistas y advertencias alegres, los alarmistas contribuyen a que nuestra vida de madres sea más amena, fácil y llevadera. Porque no nos llega con preocuparnos con lo realmente digno de preocupación. Necesitamos ponernos en el peor de los casos, y pensar en la más terrible de las posibilidades (por improbable y remota que resulte). Nos encanta malgastar tiempo y energías en descartar lo absurdo y confirmar lo obvio. Nos fascina escuchar los negros augurios de los alarmistas, pues todo cuanto nos cuentan está basado en historias reales como la vida misma, pues lo mismito, lo mismito le sucedió al hijo de fulanita, menganita o zutanita, ¡y mira ahora cómo están!
El alarmismo materno se sustenta en estúpidas premisas del tipo: ¿Por qué confiar en el criterio de una madre, cuando el juicio del alarmista de turno suena más acertado (y mucho más trágico, de paso)? ¿Por qué fiarnos del instinto de una madre, sin aval ni evidencias científicas que lo respalden, cuando el alarmista aporta los más veraces testimonios para corroborar sus vaticinios?
Pues está claro. Porque una madre, nos guste o no, sabe mejor que nadie lo que le pasa a su hijo. Es capaz de traducir su llanto, sus balbuceos, sus palabras mal articuladas y sus frases mal construidas. Lee los gestos de su rostro e interpreta las expresiones de su cuerpo. Una madre es la que mejor comprende a su hijo. Y su conocimiento, su experiencia y también su instinto, hace que sea capaz de discernir si llora por capricho o por puro cansancio, por cólicos o por el agobio de extraños, por celos o porque han herido sus sentimientos.
Así que, señoras y señores que van por la vida agobiando a las madres con "a ver si va a ser esto", "a ver si va a tener aquello", "a ver si le va a pasar esto otro como a fulanito": guárdense sus negras y funestas opiniones, consejos y advertencias en el bolsillo. Que ser madre ya trae consigo la preocupación de serie, y no necesitamos para nada el extra del alarmismo.

EN LA TELE DAN LA TETA: FRIENDS

SOBRE LAS REACCIONES QUE PROVOCAN LAS MUJERES QUE DAN EL PECHO

www.tumblr.com

Debo de ser una de las pocas personas de este planeta que no veía Friends con regularidad. Conozco a todos los protagonistas, sé la canción de memoria (I'll be there for youuuu...), y he visto algunos capítulos sueltos, pero no era una friends-adicta, ni mucho menos. Por eso me llevé una sorpresa cuando descubrí hace poco el blog ECVlactando, y este post sobre el capítulo 2x02 de Friends. No he tenido ocasión de ver el capítulo entero, tan sólo esta escena que dura apenas dos minutos y que os invito a ver aquí.
Me llama la atención el hecho de que, para ser una comedia americana, tratan con mucho respeto, normalidad, y humor (por supuesto) el tema de la lactancia materna.
Chandler y Joey saltando del sofá ante la visión de la chica dando el pecho, así como los caretos que ponen, son dignos de ver. Los diálogos tampoco tienen desperdicio, desde la defensa sensata de Ross, hasta la hilarante ignorancia de Joey.
Como ya dije antes, no he visto el resto del capítulo (ni de la serie), por lo que no sé qué tratamiento que se le dio a este tema con posterioridad (si es que se le dio alguno, o quedó aquí toda la cosa). Pero esta escena demuestra que se puede sacar un gag gracioso sobre lactancia materna, sin denostarla ni ridiculizarla, sin dejarla quedar como algo sórdido y oscuro, algo que hay que evitar y esconder. Eso sí, dejando en evidencia (y esto seguro que es más habitual de lo que nos imaginamos) el desconocimiento de mucha gente sobre todo lo relacionado con dar el pecho. 
A mí me ha hecho bastante gracia, ¿y a vosotros?

lunes, 3 de junio de 2013

DE PREMIOS Y LIBROS

SOBRE EL ÚLTIMO PREMIO QUE HEMOS RECIBIDO
Hace más de un mes que recibimos de manos de la sin par Mukali (del fantástico blog Mi Camino BuscandoT) un premio. Me hace mucha ilusión principalmente por dos motivos: el primero es bastante obvio (¿a quién no le gustan los galardones, aunque sean virtuales?), y el segundo es que me ha hecho recordar ese pasado remoto en el que una servidora intentaba ser una mujer leída, instruída y cultivada ;-D (ja, ja, ja, por intentarlo que no quede).
Así que procedo a responder a las preguntas de rigor que suelen acompañar a estos premios.
1. Avaricia: ¿cuál es tu libro más caro y el más barato?
El más caro, sin duda, cualquiera de los que tuvimos que comprar para el colegio, del ciclo de Educación Infantil. ¡Si apenas son cuatro fichas, con cuatro dibujitos, cuatro pegatinas, y cuatro actividades! ¡Y valen una paaaaastaaa!
El más barato, los que regalan a veces con el periódico. En casa hay un volumen de la Historia Política da Galicia Contemporánea, De Isabel II á Restauración (1833-1874), que tengo ganas de tirar, pero mi incipiente Síndrome de Diógenes me lo impide.
2. Ira: ¿con qué autor tienes una relación amor-odio?

Me enfurecen los autores de los libros de cocina. Los tengo muy bien calados: con sus caritas sonrientes y sus delantales impolutos en la portada, no son sino unas criaturas oscuras y siniestras, escritores crípticos afanados en traerme por la calle de la desesperación y la amargura. Veo esas fotos suculentas de platos que dicen "cómeme, cómeme", leo esas recetas tan sencillas, con esos ingredientes tan normales, esas indicaciones tan claras, y esa valoración de "dificultad: fácil", y caigo. Y lo intento hacer, y aquello no sale. Y te mandan cocer el alimento sin especificar con cuánta agua, ni si es tapado o sin tapar, y ¿qué es eso de "harina, la que admita la masa", o lo de "dorar hasta que se haga"? Porque lo cocido me queda pegoteado; la masa, cruda; y lo dorado, más próximo al negro carbón. Por favor, ¿quién ha escrito esto? ¿se supone que es una receta o un código encriptado del servicio de contraespionaje? 
3. Gula: ¿qué libro te devoras una vez tras otra?

La Biblia. Porque creo en Dios y en la importancia de cultivar la vida espiritual (que no de la religión hipócrita). Y porque aún sigo creyendo en la necesidad de amarnos unos a otros, ser mansos, humildes, sinceros... Esas cosas que si las escribe Paulo Coelho todos comparten y aplauden, pero si dices que están recogidas en la Biblia todos huyen, no sea que nos tilden de sectarios fanáticos.
4. Pereza: ¿Qué libro no has leído por flojera?

¡Muchísimos! Por decir uno, el Ulises de James Joyce. 

5. Orgullo: ¿De qué libro hablas para sonar intelectual?

No me gusta la gente que va de intelectual por la vida, pero si me diera un golpe en la cabeza y me embargase una pedantería insufrible podría fardar con tooodos los que estudiamos en la carrera (aunque no tooodos los haya leído (garantizo que se puede aprobar un examen sólo con leer la introducción) ;-)): Chaucer, Shakespeare, Austen, Joyce, Poe, Melville, Faulkner... ZZZZZ, ya me callo, ya, que nadie se me duerma!  
6. Lujuria. ¿Qué encuentras atractivo en los personajes femeninos o masculinos?

Que tengan honor y bondad en el fondo, y que ésta última acabe aflorando. Me encantan los antihéroes, los mercenarios, los caballeros, los piratas, los tipos duros que realmente no lo son tanto, los que finalmente se revelan como hombres con corazón, con principios, con moral. Si encima llevan pelo largo y perilla, ya no hay más que hablar. Y para los personajes femeninos, lo mismo (menos la perilla).
7. Envidia: ¿Qué libro te gustaría recibir cómo regalo?

Pues iba a poner cualquiera (que no tenga ya) de Arturo Pérez-Reverte o de P.D.James, pero pensándolo bien, me gustaría El Corsario Negro, de Emilio Salgari. De niña lo leí tropecientas veces (o más). ¡Me encantaba! Aún está en casa de mis padres, ¡creo que un día de estos voy a robárselo! Aunque a lo mejor si lo leo ahora pierde toda la magia...

Y se supone que ahora hay que compartir el premio con otros cinco blogueros bibliófilos de pro. And the winners are
Marga, de Mundo sin gluten de Marga.
Arusca, de Contras y pros.
Sra. Díaz, de Sra. Díaz.
Pao, de Mi mundo es Muriel.
Mami Pata, de La Cueva de los Patitos.


Para acabar este post tan literario, os dejo con unas fotos de mis retoños cultivándose intelectualmente:


Aquí está el Pequeño echando mano del Diccionario de la RAE... Venga, nene, deja de mirar la tele y haz que lees el libraco. Nada. Pues suelta al McQueen y sujeta el tocho-libro que se cae. Tampoco. ¡Al menos mira a la cámara! Ni caso.

Aquí está el Mediano, meditando sobre los entresijos de la Naturaleza que acaba de desentrañar... ah, no. Que se ha quedado frito mirando las fotos del Albatros viajero. Es que la hora de la siesta es sagrada ¿no hay un libro donde ponga eso?

Y aquí está el Mayor, leyendo uno de los peñazos interesantísimos libros que el Papi estudiaba en su época. Por si no lo leéis bien, se titula La cultura de la satisfacción, y en la portada preguntan "Los impuestos, ¿para qué? ¿Quiénes son los beneficiarios?". Apasionante.

¡Feliz día y feliz lectura!

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