viernes, 20 de junio de 2014

VIERNES DANDO LA NOTA: LITTLE ANGELS

Hoy los niños acaban las clases. ¡¡¡Vacaciones de verano!!! 
Confieso que soy una de esas  madres raras que no se agobian ni se deprimen al pensar en casi tres meses con los niños en casa. Al contrario, estoy encantada, pienso en todo lo que podremos hacer (y todo lo que no tendremos que hacer): "gandulear" un poco en la cama por las mañanas (bueno, esto no me lo creo ni yo, pues todo el mundo sabe que cuando no hay clase los niños son los primeros en madrugar y levantarse, mientras que en horario escolar hay que despertarlos a cañonazos, despegarlos de las sábanas con una palanca, y moverlos con una grúa), y acostarnos más tarde por las noches (sesión de película con palomitas un día sí y otro también), jugar, ir a la playa, a ver los fuegos artificiales, la feria medieval, hacer excursiones, etc. etc, etc. En definitiva, poder disfrutar con mis angelitos a tope. Y hablando de angelitos, hoy quería presentaros a mis queridísimos Little Angels. ¿Banda de hard rock británica y noventera? Of course! Supongo que la mayoría no los conoceréis, pero fueron bastante famosos en el Reino Unido, llegando a tocar como teloneros de Van Halen (snif, snif, lo que hubiera dado por ir a ese concierto) y Bon Jovi.
 
tobyjepson.com
Esta canción en concreto, titulada Too much, too young, me recuerda a mis años de instituto, y a las amistades juveniles, aquellas que nos parecían inquebrantables y eternas, pero que tristemente se acabaron diluyendo con el paso de los años. 
No puedo pegar el vídeo directamente, así que os dejo el enlace AQUÍ.

Como curiosidades os diré que el guitarrista se llama Bruce Dickinson (pero no es pariente del cantante de Iron Maiden) y que si afináis el oído percibiréis a un tal Bryan Adams haciendo los coros en la canción (lo siento Manoli, sé que no lo tragas ;-D)

¡¡¡Feliz verano!!!



viernes, 13 de junio de 2014

VIERNES DANDO LA NOTA: WILD NIGHTS, HOT AND CRAZY DAYS

No soy muy entusiasta de los Judas Priest. De hecho, no puedo escuchar su famosísima canción "Breaking the law" sin recordar (y cantar) la versión punk de Manolo Kabezabolo "Véndemelo, véndemelo". Pero esta canción que hoy os traigo sí que me encanta!!! La tenía mi hermana grabada en una de esas cintas TDK o Sony de 60 ó 90 minutos (qué tiempos, pardiez), y no sé por qué vino a mi memoria esta semana. Será que tengo ganas de disfrutar de estos días de calorcito (la locura ya viene de serie, con tres infantes -dos de ellos enfermos- pululando por la casa). Espero que os guste. ¡Subid el volumen y disfrutadla! 


jueves, 12 de junio de 2014

MAMÁ, PUPA: VARICELA POR PARTIDA DOBLE

Si es que no damos aprendido. Seguimos cayendo en el error de pensar que lo que ha sucedido con uno de los hijos, así pasará con los otros, y una vez más la realidad nos da un tirón de orejas y nos dice que ni de broma.
Como ya os había contado (aquí), el Mediano tuvo la varicela hace dos semanas, más o menos. Fue el primero de los niños de nuestra casa en tenerla, por lo que no teníamos ninguna experiencia previa con el tema. La cosa fue bastante liviana, con pocos granitos y poco quejarse de picor. Y así, cuando hace unos días el Pequeño y el Mayor amanecieron con unos bultitos sospechosos, creí -pobre ignorante- que de nuevo iba a ser "coser y cantar". Cuán errada estaba. 
En primer lugar, tanto el Mayor como el Pequeño están completamente infestados de granitos (incluyendo boca, orejas, nariz, entre los deditos, y todos cuantos recovecos os podáis imaginar), lo que no había pasado con el Mediano. ¡Y pensar que él de siempre ha sido el de las dermatitis! Ignoro si sus habituales problemas cutáneos le han vuelto más resistente (cuando yo pensaba todo lo contrario), o quizá el virus de la varicela, al pasar por nuestro torete sufrió algún tipo de mutación y se convirtió en una cepa mucho más agresiva y virulenta, que se ha cebado en sus hermanos.
El Mayor es el que más se queja, no sé si porque es muy mal enfermo, o porque al ser el de más edad, mayor es el picor y la molestia. No hay Atarax, ni baño de agua tibia con jabón de avena, ni hielo que le calme. Se pone muy nervioso, y esto evidentemente no ayuda. No quiere verse el cuerpo, ni mirarse a un espejo, se da asquito a sí mismo, y a mí me da mucha pena. Es cierto que dan mucha grimilla -pero no se me ocurre decírselo-, y que es verlos y entrarme unas ganas de rascarme terribles -pero intento contenerme- ¡pero es lo que hay! 
Sé que en unos días volverán a la normalidad, y entre tanto, les abrazo y acaricio como de costumbre, y les digo que nunca nos darán asco, y que les vemos tan guapísimos como siempre.



Y para finalizar, una nota de humor:
El pasado día 11 el Mediano trajo en su mochila una notita del colegio, donde se nos comunica que "Tenemos conocimiento por informes médicos que se están dando algunos casos de varicela en el aula de su hijo". Qué bueno. ¿Algunos casos? ¿22 de 25 niños es algunos? ¿Y ahora se dan cuenta, cuando llevan meses cayendo como moscas? ¡A buenas horas, mangas verdes!

viernes, 6 de junio de 2014

VIERNES DANDO LA NOTA: NACIDO EL 7 DE JUNIO

¿Qué tienen en común Tom Jones, Prince y Juan Luis Guerra? Pues que los tres cumplen años el mismo día: el 7 de junio, que mira por dónde, también es el día de mi cumpleaños :-) Lástima que yo no comparta la genialidad para la música de estos tres hombres, cada uno en su campo y en su estilo. Así que hoy os dejo tres temas, uno de cada uno de ellos, y que cada cual escuche el que más le guste.

"Green green grass of home", del Tigre de Gales

"Estrellitas y duendes", de Juan Luis Guerra


Y del Genio de Minneapolis, un enlace a "Purple Rain", que Blogger le tiene manía y no me permite insertar el vídeo.

¡Buen fin de semana a todos !

jueves, 5 de junio de 2014

LA MATERNIDAD DE LA A A LA Z: EPÍLOGO


rase que se era, en un país no muy lejano, una joven y alegre princesa de ojos verdes y miopes, con rizos castaños y despeinados.
Casó un buen día con un noble y apuesto príncipe, que no se ajustaba al canon de príncipe al uso, de corcel blanco y brillante armadura, sino que él era más bien de los de camiseta de QUEEN y Renault 9 gris. Era de esa clase de príncipes que se desvivía por hacer feliz a su mujer. Y eso era precisamente lo que nuestra princesa quería, que la tratasen como a una reina, pues no se veía lustrando armaduras con Sidol ni limpiando caca de caballo.



Se casaron, pues, y se dedicaron a la labor de traer herederos al reino. El primero no tardó en llegar, y con él el ALARMISMO de algunos lugareños, expertos en meter miedo en el cuerpo a embarazadas y madres primerizas, agoreros infames que todo lo pintaban negro con sus errados y funestos vaticinios.

Al nacer el segundo vástago, tuvieron que lidiar también con los charlatanes que intentaban colarles las TRAMPAS de la maternidad: que si tenía que recuperar la figura cuanto antes, que si tenía que dejarles llorar, que si los hijos no podían interferir en su vida, que si no podía estar todo el día con la teta fuera como las gitanas, que si no podía dormir con ellos, que si no podía bañarse con ellos, que si no podía quedarse en casa con ellos... y ante tanta imposición absurda, tantos "tenía que" y tantos "no podía", dejó aflorar toda su INDIGNACIÓN, y en el más puro y refinado GALLEGO espetó un clásico  "Manda carallo!", acompañado de un golpe en la mesa con su zapato de cristal. Tal arrebato, impropio de una princesita de bien, no fue del agrado de las otras princesas de la región, que se alejaron entre sofocos, aspavientos, y juramentos de o sea, jamás de los jamases se iban a volver a juntar con ella, por retrógrada, anticuada, o sea, intolerante, mujer OBJETO, respondona, y -lo peor de todo- ZARRAPASTROSA. Que así nunca iba a salir en las portadas de las revistas del KIOSCO, ni figurar en el top ten de madres fashion y buenorras.


Prosiguió, pues, nuestra princesa -junto con su amado príncipe, obviamente- en su tarea de poblar el reino con futuros caballeros de pro, leales y valientes, llenos de arrojo y de BONDAD. Y en estas llegó el tercero (y último) de los infantes, guerreros valerosos que hacían honor a sus belicosos NOMBRES, dignos portadores del cromosoma Y, amigos de dragones, DINOSAURIOS, y demás fauna reptiliana. Bien VESTIDITOS con las buenas prendas heredadas de sus padres, los tres hermanos se convirtieron en el centro del universo de la princesa, en sus LIFE COACH, en su orgullo y su alegría, pero también en la causa de sus mayores miedos y preocupaciones.


Por ellos redefinió su orden de prioridades, se despojó de su humanidad y abrazó su lado animal, transmutándose, según la ocasión, en osa protectora, tierna koala, leona rugiente, mona aulladora o JIRAFA silente.
Por ellos se convirtió en toda una MIGHTY MOTHER, capaz de enfrentarse y asumir -con no mucho gusto, todo hay que decirlo- todos los PEQUEÑOS SACRIFICIOS DE ANDAR POR CASA que traían bajo el brazo: cambiar pañales, limpiar vómitos, recoger zurullos flotantes de la bañera, ir al parque, socializar con otros padres, ver la tele con ellos (gracias a lo cual sus REFERENTES CULTURALES descendieron en picado hasta niveles abisales, viendo a la Mérida de Disney donde otrora vería a Diana cazadora)... y de entre todos los sacrificios, el más duro: cocinar. Conseguir vencer su aversión a los fogones, y preparar platos de comida medianamente aceptables, rayando algunos -pocos, para qué engañarnos- incluso en lo suculento (ÑAM ÑAM).
Por ellos nuestra princesa se convirtió en Xena, en Nikita, en Afrodita A, en una zombi de The Walking Dead, y hasta en Dana Scully, para plantar cara a las HISTORIAS PARA NO DORMIR que acontecían en su hogar. Se convirtió en una madre fuera de SERIE.

Pero la princesa era muy consciente de que todo cuanto hacía era lo mismo que cualquier otra madre normal, imperfecta, corriente y moliente hacía por sus hijos. Y tenía muy claro que jamás se pondría medallitas, ni se creería mejor (ni peor) que el resto de princesas/madres del reino. Y mucho menos caería en el despreciable y vil CHANTAJE emocional a sus hijos: el sucio e ignominioso "después de todo lo que he hecho por ti..." jamás saldría de sus labios ni pasaría por su mente.

Porque sus hijos tenían derecho a una vida libre y feliz, no habían nacido para cumplir sueños frustrados de otros ni cubrir expectativas ajenas, ni para pagar traumas del pasado ni asumir las consecuencias de una mala gestión paterna, ni para arreglar problemas conyugales ni sufrir los daños de una guerra emocional. Sus hijos no merecían vivir un WATERLOO ni unas Termópilas, sino que debían recibir amor, cuidados, educación, atención, dedicación, disciplina... todo multiplicado X 3, sin preferencias ni favoritismos.

A veces la princesa recordaba su vida pasada, su vida sin niños, cuando en el salón del castillo había una mesa de centro como adorno, y cuando la escobilla del w.c. no era usada como una espada. Pero esos tiempos y ese UBI SUNT? venían a su mente sin lamento ni amargura, sin rencor ni remordimientos, porque sus tres hijos que habían trastocado tanto su vida, que le habían dado la vuelta al cuento, al mismo tiempo le habían colmado de FELICIDAD real y auténtica. No esa felicidad bobalicona, edulcorada y fingida de los anuncios de la tele, sino felicidad reposada y profunda aún en medio de los problemas, dificultades e incertidumbres.

Así que, a ELLOS: a mi marido y a mis tres hijos, muchas gracias.
Y gracias a todos vosotros por acompañarme a lo largo de estas entradas de La Maternidad de la A a la Z. Os deseo toda la felicidad del mundo :-)




miércoles, 4 de junio de 2014

SONETO PRE-EPÍLOGO

que en mi vida me he visto en tal aprieto,
resumir mi AZ de modo escueto,
ameno, y con sentido, ¡por mi padre!

La visión maternal desde mi encuadre
escrita con amor y con respeto,
con cariño y humor; y este soneto
pone el punto final a este desmadre.

He intentado plasmar en cada entrada
que esta vida no es toda color rosa.
Alegre, sí, y feliz, mas complicada.

Dice adiós la poesía primorosa,
por la musa del verso arrebatada,
pues ya es hora de pasar a la prosa.


Y en prosa anunciamos que mañana, si el tiempo lo permite y la autoridad no lo impide, saldrá a la luz el epílogo de nuestro Diccionario maternal, que supondrá el capítulo final de este hermoso cuento de hadas :-)

martes, 3 de junio de 2014

MAMÁ, PUPA: ODONTOPEDIATRAS

 -¿Qué quieres ser de mayor, hijo mío?
-Paleontólogo, Director de Orquesta, Biólogo marino, Explorador y Descubridor de nuevas especies animales... aunque la abuela dice que no puedo ser todo eso.
(Ya te vale, abuela, coartando la libertad de imaginación y la ilusión del chaval). 
-¿Y tú, Mediano, qué quieres ser de mayor?
-Mutante- fue su primera respuesta, imbuido por el espíritu de Las Tortugas Ninja, pero rápida y sabiamente rectificó sus palabras- no quiero ser mayor. Quiero ser un niño siempre.

Pues hijos míos, olvidaos de la Paleontología, de la música, de los animales y de la mutación. La profesión del futuro sin duda es la de... ODONTOPEDIATRA!!!! (en cristiano: dentista de niños).
Sí, hijos míos, si pudiese meterme en una cápsula del tiempo y retroceder a mis 18 primaveras, habría estudiado para ser Odontopediatra (bueno, es mentira, ni borracha me meto yo en una carrera de Ciencias, pero de haberlo conseguido, qué bien estaríamos viviendo hoy!!!).

A mediados de mayo llamé a las consultas privadas de dos de los Odontopediatras más señeros, importantes y prestigiosos de nuestra ciudad, pues el Mediano tenía 3 caries (una de ellas del tamaño de la Fosa de las Marianas ). ¿Y adivináis para cuándo me daban cita? Uno para septiembre, el otro para octubre. ¿¡¡¡Cómorrrrr!!!? Ni que fuese la Seguridad Social, fue lo primero que pensamos el Papi y yo. 
¿Tan llenas tienen sus agendas que no hay hueco para un niño con un problema dental urgente? ¿Se han puesto de acuerdo todos los niños de la ciudad para empastar sus piños durante el verano? ¿Será que los Odontopediatras comparten calendario escolar con los pequeños y no pasan consulta a partir del 20 de junio?
De nada valieron mis llamadas reiteradas, insistiendo en la urgencia del asunto ("Otra madre pelmaza que intenta aguarnos las vacaciones", debieron pensar). Me sentí decepcionada y preocupada. Para entonces la muela de mi hijo puede estar totalmente podrida. ¿En serio no existe en A Coruña nadie que pueda ofrecerme una solución antes del Otoño? Da la impresión de que les sobra el dinero, que se permiten el lujo de rechazar pacientes. 
 
mocpages.com
Y continuamos con las preguntitas (retóricas, claro, pues ninguna va a hallar respuesta): ¿Vamos a tener que buscar un profesional fuera de nuestra ciudad? ¿Por qué la Seguridad Social no ofrece atención dental -más allá de extracciones (y sellado de molares en los niños)? Bueno, esto es evidente, ¿no? Empaste diente de leche= 50 euros; Empaste diente adultos= 70 euros; Endodoncia adultos= 200 euros; Tornillo adultos= 100 euros; todo esto multiplicado por el número de piezas dentales afectadas, hasta 20 en el caso de los niños, y hasta 32 en el de los adultos. Y esto sin entrar en precios de sedaciones conscientes, pulpectomías, mantenedores, ortodoncias, fundas, implantes y demás, que de momento ignoro (y espero seguir ignorando!!!!)

En breve os contaré nuestro periplo por diferentes dentistas (no odontopediatras) de nuestra ciudad con el Mediano, pero os adelanto que la mayoría de ellos no atienden a niños "movidos" como el nuestro, a no ser que los lleves bien tranquilitos y convenientemente medicados. 

Y mientras, los días pasan, y la fosa de las Marianas sigue aumentando su profundidad.

La Fosa de las Marianas, la más profunda conocida

lunes, 2 de junio de 2014

MAMÁ, PUPA: VARICELA

El Mediano tiene la varicela. Se veía venir, puesto que en las últimas semanas muchos de los niños de su clase habían ido cayendo, uno tras otro, en las garras de esta latosa infección. 
El miércoles le descubrí dos granitos en el hombro y otros dos en la cara interna del codo, pero no le dí ninguna importancia, pues el Mediano, curtido en dermatitis, impétigos y erupciones varias, casi siempre anda con granitos, cuando no es en los brazos, es en los mofletes; cuando no es por el frío, es por el sudor y el calor. Y cuando no, es por la picadura de algún bicharraco, se ve que tienen predilección por su piel tan sumamente blanca y delicada. O incluso por el roce de las costuras de alguna prenda de vestir.
Así que llegó el jueves, y los cuatro granitos parecían un poco infectados, como pequeñas vesículas con liquidillo dentro. "Le ha picado un bicho, fijo", pensé yo en mi gran ignorancia.
Pero el viernes los granitos ya se habían multiplicado, colonizando su cuerpo menudo, y ya me dije "Tate, esto tiene pinta de ser varicela". Fuimos al pediatra, y su diagnóstico confirmó nuestras sospechas.

Del centro de salud salimos con una hoja en la que se explica qué es la varicela: "infección aguda vírica, caracterizada por fiebre más o menos elevada (el Mediano no tuvo, o nosotros no lo percibimos, pues nuestro nene es fuerte como una roca, y para tumbarle tiene que estar mal mal de verdad) y una erupción de vesículas muy característica (¿característica? Discrepo, en nuestro caso empezaron siendo granitos corrientes y molientes, tardaron un tiempecillo en aflorar las vesículas), que pica (al Mediano tampoco le picaban cuando le salieron) y aparece en brotes sucesivos. Suele ser muy benigna. Desaparece en una semana sin dejar cicatrices generalmente. Se supone que la transmisión se produce directamente, de persona a persona, a través de gotitas aéreas. Es muy contagiosa. Es muy importante evitar la sobreinfección de las lesiones, ya que en este caso podrían quedar cicatrices".


"Tratamiento: al ser muy contagiosa, el paciente debe permanecer aislado (para evitar contagios), hasta que se curen todas las lesiones de la piel, que será cuando todas las lesiones tengan "costra". El Ministerio de Sanidad pondrá a disposición de la familia del afectado un hotel de cinco estrellas para que pueda enviar al resto de hermanos y demás parientes a fin de evitar contagios... ah no, esto no lo pone. Pues a ver cómo se mantiene aislado a un niño de cinco años cuando hay otros niños de tres y siete con la mala costumbre de jugar todos juntos, a lo bruto, tocándose, sobándose, aplastándose y apretujándose. Evidentemente, no lo hacemos. Y si el Mayor o el Pequeño han de infectarse, pues mejor que el virus sea de confianza, de casa. Al hilo de esto, de piedra me quedé cuando, brujuleando por la red leí que en EE.UU. y otros países existía la "moda" de las "Fiestas de la varicela": juntar a niños sanos con uno enfermo buscando el contagio, llegando incluso a vender piruletas chupadas por el niño infectado (Chicken-Pox lollipops). Sí, habéis leído bien, VENDER, que de todo hay que sacar ganancia, pues esto es mucho mejor que vacunar al niño. Os dejo el enlace al artículo completo AQUÍ.
A ninguno de mis hijos les puse la vacuna contra la varicela por la sencilla razón de que en mi centro de salud nunca me la ofrecieron ni recomendaron, ni siquiera me hablaron de ella, pues igual que les pusimos -y pagamos religiosamente aquellos 70 euracos por dosis, antes de que fuese gratuita- el Prevenar, gustosamente les habríamos vacunado también contra esta enfermedad.

Siguiendo con la información que nos facilitaron, nos recuerdan que hay que tener muchísimo cuidado en que el enfermo "no esté en contacto con mujeres embarazadas que no han padecido la enfermedad", pues puede ser muy peligroso para el bebé.
Si tiene fiebre hay que darle paracetamol, mucho más preferible que el ibuprofeno, y nunca aspirina ni derivados.


Si no aguanta el picor, puede tomar algún medicamento contra el mismo, siempre recetado por el pediatra. A nosotros nos recetó Atarax, y se lo dimos al niño en un par de ocasiones porque veíamos que el pobre no aguantaba más (mezclado con zumo, por cierto, que los nuestros no se toman una medicina "a pelo" por muchos sobornos, premios, castigos o amenazas que haya de por medio, la vomitan al instante) pero sé de niños (y el propio pediatra así nos lo había comentado) que resisten perfectamente sin rascarse y sin medicina alguna todo el proceso infeccioso. 

En cuanto al cuidado de la piel, y para aliviar el picor y la sobreinfección, recomiendan:
- lavar las manos del niño con frecuencia.
- cuidar al máximo la higiene de la piel, debe bañarse diariamente con jabón de avena.
- mantener las uñas del niño bien cortas para que cuando se rasque (son realistas y ya asumen que se va a rascar) no se infecten las lesiones y no queden cicatrices.
- si hay lesiones con aspecto muy inflamado, desinfectarlas -cuando rompan las vesículas- con cristalmina o similar.
- evitar la exposición solar (mala idea contagiarse en primavera-verano, no podía haberlo hecho en invierno).
- no administrar polvos en las lesiones (es decir, no echar Talquistina ni similares, que parece ser que antaño se usaba comúnmente para aliviar el picor).


Y en estas andamos. Con el Mediano infectado, con un granito en la punta de la nariz, otro en la comisura de los labios -y suerte que no tiene dentro de la boca- y otro en el ojo, en el nacimiento de las pestañas -como si fuese un orzuelo megainfectado. Y en la oreja, y bajo la barbilla, y de ahí para abajo en todos lados. Así a todo creo que no tiene demasiados (en las piernas, por ejemplo, apenas un par) ¡ni falta que hace! No sé si le saldrán más, este fin de semana creo que se han "estancado" y no he observado erupciones nuevas. Y aunque el sábado el niño estuvo un poco apagadito y desganado, tirado en el sofá, ayer revivió y hoy ya anda como de costumbre, aprovechando estos días sin cole y jugando con el Peque a esparcir todos los accesorios de los Mr. Potatos, todos los aviones, las Tortugas Ninja, el camión de Manny Manitas y algunos dinosaurios por la sala. Lástima no poder salir a la calle, para un día soleado que tenemos... en fin, el verano está a la vuelta de la esquina, y para entonces ya estará totalmente recuperado.
 

  

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