SOBRE UNA DE LAS DOLENCIAS CUTÁNEAS DEL MEDIANO
El Mediano tiene la piel blanca como la leche. Más blanca incluso que el Pequeño, que aún siendo de pelo rubio, es más morenito que él. En esto de la piel blanca ha salido a su Papi (pero en los rizos a mí :-D).
Y tan nívea piel es también de lo más delicada. Es común verle con dermatitis detrás de las rodillas y en los muslos, o también, como este verano, con brazos y piernas cubiertos de pequeños granitos producto del sudor (agua de mar y crema de Urea al 10%, mano de santo). Pero hoy quería comentar una afección que tuvo el verano pasado, allá por el mes de julio. Resulta que estaba acatarrado, y anduvo no sé cuántos días con mocos, y con la nariz goteando como un grifo. Como era de esperar, los mocos se le resecaban, haciendo que su naricita pareciera rellena de praliné. Alrededor de los orificios nasales se le formaba una costra, que él intentaba quitar (y yo, por supuesto, también, por lo que asumo mi cuota de responsabilidad en este asunto). Y claro, no tardó en ponerse aquello más colorado que el culo de un mandril. Posteriormente degeneró en heridas (como podéis ver en la foto) alrededor de la nariz hacia la boca, acompañado de granitos.
Y siguiendo la inexorable Ley de Murphy, el día que peor se puso era un sábado por la tarde, por lo que acabamos en Urgencias. Descifrando el informe que tengo delante, interpreto que pone algo como "Eritema perinasal, narina izda. con costra melicérica", y en la línea siguiente, el diagnóstico: Impétigo. No hace falta que os diga que en la vida había oído hablar de tal cosa (y tampoco sabía que los agujeros de la nariz se llaman narinas). La pauta a seguir: 1. Vigilancia en domicilio, 2. Bactroban c/8 horas / 8 días (por cierto, que quede claro que Bactroban no patrocina este espacio). Control en su c. salud o antes si claro empeoramiento o signos de gravedad.
Afortunadamente no hubo empeoramiento alguno, y la vigilancia en domicilio fue un éxito (nadie intentó escaparse por la ventana, ni nada). La pomadita que le dieron rápidamente hizo efecto, y en pocos días estaba como nuevo. Sin rastro de impétigo ni cosas raras en su linda naricilla.
Aunque se supone que es contagioso, nadie más resultó afectado. Aquí os dejo un enlace a una página de salud infantil donde hablan con más rigor y profesionalidad del tema.
Mis únicas recomendaciones:
1. No rascar las heridas porque se pueden infectar. Es básico, un consejo clásico de abuela, pero es que como hemos comprobado de primera mano, es cierto.
2. No esperéis tanto como yo para ir al médico. En este sentido soy "demasiado" prudente, me da un poco de reparo acudir al pediatra por "tonterías" (tiene la nariz un poco irritada, eso es todo, pensaba yo en mi papel de madre ignorante y panoli). Prefiero que sea un médico el que me diga que es una chorrada sin importancia, aunque me ponga cara de (o incluso me diga) "mira que venir por esta nimiedad, malgastando los recursos de la sanidad pública, y haciéndonos perder nuestro valioso tiempo a todos". Pues sí, para eso pagamos los impuestos, ¿no? Y con la salud de nuestros niños no se juega.
Afortunadamente no hubo empeoramiento alguno, y la vigilancia en domicilio fue un éxito (nadie intentó escaparse por la ventana, ni nada). La pomadita que le dieron rápidamente hizo efecto, y en pocos días estaba como nuevo. Sin rastro de impétigo ni cosas raras en su linda naricilla.
Aunque se supone que es contagioso, nadie más resultó afectado. Aquí os dejo un enlace a una página de salud infantil donde hablan con más rigor y profesionalidad del tema.
Mis únicas recomendaciones:
1. No rascar las heridas porque se pueden infectar. Es básico, un consejo clásico de abuela, pero es que como hemos comprobado de primera mano, es cierto.
2. No esperéis tanto como yo para ir al médico. En este sentido soy "demasiado" prudente, me da un poco de reparo acudir al pediatra por "tonterías" (tiene la nariz un poco irritada, eso es todo, pensaba yo en mi papel de madre ignorante y panoli). Prefiero que sea un médico el que me diga que es una chorrada sin importancia, aunque me ponga cara de (o incluso me diga) "mira que venir por esta nimiedad, malgastando los recursos de la sanidad pública, y haciéndonos perder nuestro valioso tiempo a todos". Pues sí, para eso pagamos los impuestos, ¿no? Y con la salud de nuestros niños no se juega.