Para aquellos que no la conozcáis, os presento a Doro Pesch, y como bien dice el cartelito, es una de las cantantes de rock que merece la pena escuchar (en solitario, o con su grupo Warlock). Esta cantante alemana fue una pionera, una de las primeras chicas que triunfó en el heavy metal, el toque femenino en un mundo dominado por hombres. Hoy os traigo una de sus canciones más conocidas, interpretada en alemán (salvo algunas frases en inglés). No sé por qué no me deja poner el vídeo, así que os dejo el link aquí: Für immer (Para siempre) ¡¡¡Espero que os guste!!!
jueves, 28 de noviembre de 2013
miércoles, 27 de noviembre de 2013
PREMIO "CONÓCEME"
Hace ya varias semanas que mi queridísima Mukali me otorgó el premio "Conóceme". ¡Muchísimas gracias! Se trata de un cuestionario-interrogatorio de 55 pregunticas, y viendo el contenido de muchas de ellas, se deduce que fue un premio originado en un blog de belleza o tendencias, o como se llamen ese tipo de blogs. Así que ¡vamos a reírnos un rato! :-D
- ¿Cómo te llamas?: María Isabel.
- Edad: 38 añitos.
- Color de ojos: Verdosos.
- ¿Donde vives?: En el "Balcón del Atlántico", "Ciudad de Cristal", o "Ciudad donde nadie es forastero" (es decir, en A Coruña).
- Color preferido: Todos, sobre todo el rojo y el negro (¡y últimamente el rosa!)
- Cosmético preferido: Rimmel negro, lápiz negro y sombra negra. Quedan monísimos dentro del armario del baño.
- Producto de maquillaje: ¿Que use? Crema hidratante y da gracias.
- Gloss o barra de labios: Crema de cacao.
- Perfume o colonia: Hace años recuerdo que me entusiasmó Rush de Gucci. No sé a qué categoría pertenece, quizá perfume, porque
atufanteolorosa era un rato largo... - ¿Cómo sueles llevar el pelo?: Claramente con libertad de expresión.
- Lo más imprescindible que llevas en tu bolso: Las llaves, el móvil, la cartera, chicles, pañuelos de papel y algún juguete.
- Lo más imprescindible que llevas en el neceser: ¿Qué neceser? ¿No llega con el bolso?
- Color de pelo: Castaño.
- No puedes salir de casa sin... las llaves.Tengo miedo de olvidarme de ellas y que luego no pueda volver a entrar. Nunca me ha pasado, pero sólo de pensarlo me entran escalofríos!!!
- ¿Eres “adicta” a algo?: Le robo la frase a Mukali: sólo a las cosas buenas de la vida.
- Olores que más te gustan: Lo que huela a limpio, pero limpio de verdad (no el pestazo de la lejía, ni el tufo de un desodorante for men). Y pienso que cada estación tiene sus olores: ahora mismo me encanta el olor a castañas asadas, a chocolate caliente deshaciéndose lentamente en el cazo, y a Navidad.
- ¿Qué no soportas? ¿De olores? Los corporales (sudor, pis, estornudos...), el de la fritada, el de la verdura cocida, el de ajos y cebollas sin tapar cuando abres la puerta de la nevera...
- ¿Qué producto te ha decepcionado? Me decepcionan todos los productos que sólo venden una marca y nada más. Porque gastar un dinerillo en algo "de primera marca" que resulta ser notablemente inferior a los de "marca blanca", pues me deja cara de tonta y la sensación de que me están tomando el pelo.
- ¿Qué producto te ha sorprendido?: Me sorprende cualquier producto que aúne calidad y precio de verdad, no porque lo digan en la tele.
- ¿Tienes algún apodo?: En mi calle me identificaron una vez como "la de los tres niños". No tengo apodos, pero con nombres tan comunes como los míos me llaman con todas sus variantes posibles: Isa, Maribel, Beli, Bel, Beluchi, Belita, Mari, Isabel... duplicados además con sus correspondientes diminutivos en "-iña". Mi hermana, además, me llama Pitu (abreviatura del apelativo cariñoso Pitusiña), igual que yo a ella.
- ¿Qué es lo que no puede faltar en tu maleta?: ¿La ropa?
- La serie más reciente a la que te has enganchado: Pues hemos empezado a ver Sleepy Hollow. Llevo dos capítulos, y aunque en algunas escenas poco gratas me he tapado los ojos (soy una miedica, ya lo sé) en general tiene buena pinta. Pero aún no hay que echar las campanas al vuelo, a lo mejor el resto de la serie resulta ser un bodrio infumable!!!
- Un capricho cumplido: No soy de grandes caprichos.
- Mi prenda favorita de otoño: Las medias hasta la rodilla que compró mi madre por error y me las pasó a mí, y el forro polar azul supercalentito y suave que le he tomado prestado al Papi y que uso para andar por casa.
- Un objeto de deseo: La casa autolimpiable y la ropa autoplanchable.
- Un diseñador: Muchos, sobre todo los que hacen ropa femenina (¡odio lo andrógino!) favorecedora, bonita y práctica. Por eso me horrorizan David Delfín y similares, no acabo de entender ese concepto de moda.
- Un sabor: Sin duda, el dulce.
- Una fruta: Me gusta toda la fruta cuando está madura. Estos días me ha dado por los kakis. ¡Qué ricos están, no entiendo como al resto de habitantes de la casa no les gustan!
- Un lugar para visitar: Dinópolis con los niños, cualquier lugar con el Papi.
- Una ciudad: La mía.
- Un lugar para enamorarse: Cerca del mar.
- Un complemento: Me encantan los sombreros, pero no acabo de atreverme con ellos, pues creo que no basta con encasquetarse uno en la cabeza y salir por la puerta, sino que hay que ir en consonancia, bien arregladita. Cuando hace mucho frío me calzo un gorro muy abrigoso.
- Un plan para un domingo otoñal: Acurrucarse en el sofá bajo la manta junto al Papi viendo la tele.
- Una cadena: De radio, Rock FM; de tele, ninguna!!!
- La última canción que se instaló en tu cabeza: The Eye of the Tiger de Survivor (la de la peli Rocky), una de las canciones favoritas de mis niños. El Peque la tararea a todas horas.
- Una actriz: No tengo una clara favorita. Me gustan Kate Winslet y Rachel Weisz, por ejemplo.
- Un actor:
El otro día un tío empezó a hablar ex-cátedra y a decir que a "las
mujeres de verdad" les gustaban Harrison Ford, Robert Redford y Robert
de Niro, y que a "las niñas" les iban Hugh Jackman, Gerard Butler y
similares. Yo es que soy una niña (pero siempre habrá un huequito para
mis británicos favoritos: Kenneth Branagh, Gary Oldman y Ralph Fiennes).
- Una musa: Mi Papi y mis niños.
- Una revista: De cine, la Fotogramas; de música, la Metal Hammer; y del corazón, la Cuore.
- Un sueño: La felicidad de mis hijos.
- Último vicio: Este blog.
- ¿Con qué regalo siempre aciertas?: No lo sé.
- Mi postre favorito: Me encantan las texturas del mousse, la bavarois, la crema... postres "blanditos" con chocolate, leche condensada, nata...
- Lo que te molesta: La maldad, la chulería, la prepotencia, la ignorancia atrevida, los que van de tolerantes y no lo son, los que se creen estar en posesión exclusiva de la verdad, los manipuladores, los que no tienen criterio propio... esas cositas.
- Blanco o negro: El blanco para el chocolate, el negro para la ropa.
- Tu mayor fobia: A una enfermedad incurable, a un accidente, a una desgracia...
- Actitud de todos los días: Hacer las cosas lo mejor que se pueda, sin perder los nervios ni la sonrisa :-) E intentar no gritar demasiado con los niños :-(
- ¿Qué es la perfección?: Una meta totalmente inalcanzable, pero eso no debe ser excusa para anclarnos ni conformarnos con la mediocridad o la deficiencia.
- Animal preferido: El oso.
- Número favorito: El 7.
- Perfume que estoy usando: ¿Admitimos el desodorante Dove?
- Última vez que usaste sombra: ¡El domingo pasado! Era de color verde.
- Días de la semana favoritos: El sábado, porque solemos estar los cinco solos y juntitos en casa, y los domingos y los miércoles porque comemos en casa de las abuelas y me libro de hacer la comida :-D
- ¿Tienes las uñas pintadas ahora mismo?: Ja, ja, qué risa. Creo que en toda mi vida las he pintado tres o cuatro veces: una el día de mi boda (manicura francesa), otra este verano, cuando me dio por comprar esmalte negro y las pinté, y un par de veces con brillo. Me gustan las uñas pintadas en las demás, pero en mí no acaban de convencerme, creo que no me quedan bien.
- Mi pasión: Ser feliz con mi Papi y mis niños.
Y le paso este premio con mucho cariño a cinco blogueras de pro:Marga, de Mundo sin gluten de MargaArusca, de Contras y ProsSra. Díaz, de Sra. de Díaz
martes, 26 de noviembre de 2013
TACOS
DE MADUREZ Y GROSERÍAS
Hoy vamos a hablar de tacos. Pero no precisamente de los que se comen, ni de los que se usan para jugar al billar. Vamos a decir tacos, así que pido perdón por adelantado por las expresiones bajunas que en los párrafos siguientes van a aparecer.
taringa.net |
Resulta que me dice una persona que mi hijo Mayor es muy "infantil". En cambio, Fulanito, Menganito y Zutanito (niños de su misma edad, e incluso algo mayores) son más maduros y espabilados porque dicen tacos y cuentan chistes verdes. Da igual que todos sepan lo mismo, jueguen a lo mismo, se rían de lo mismo, y tengan miedo de lo mismo. Ahora se es infantil por no decir hostia y joder. Los niños maduros son los que, desde los tres años, aderezan sus conversaciones con coño, hijodeputa y gilipollas, y no los que demuestran generosidad y empatía. Madurez es soltar chistes de chupar los huevos y mirar tetas, y no esa tontería infantil de ser bueno y preocuparse por lo que le pasa al prójimo. A esto hemos llegado en nuestra sociedad.
Sin ánimo de pretender quedar como una niña buena ni una mosquita muerta, diré que nunca me han gustado los tacos, y nunca he sido muy amiga de decirlos, confieso que a lo más que llego es a mierda y tocar o carallo (la versión española me suena muy fuerte), y nunca los suelto delante de mis hijos. Será porque de pequeña los escuchaba demasiadas veces, y me hacían daño. Recuerdo perfectamente, por ejemplo, a un compañero del colegio (con su nombre y sus dos apellidos) que se sentaba delante de mí, que me insultaba llamándome puta barata. No creo que tuviéramos ni diez años, y de verdad que me dolía sobremanera, incluso sin saber el significado del término. Vaya si dolía.
Y tampoco entiendo a la gente que por cada cuatro palabras suelta tres tacos. Sé de algunas que lo hacen para tirarse el rollo de "mira qué moderna soy", pero sinceramente no acabo de comprenderlo. Nuestro idioma es lo suficientemente rico y variado como para limitarlo sólo a media docena de vulgaridades.
No soy tan ingenua como para pensar que mis hijos nunca van a escuchar tacos, porque no van por la vida con tapones en los oídos. Ellos, como todos los niños, son esponjas que absorben lo bueno, lo regular, y lo malo, así que algunos los aprenderán en el colegio, otros de boca de familiares y conocidos, y otros en la televisión. Pero que los escuchen y los conozcan no implica obligatoriamente que vayan a formar parte de su vocabulario habitual, y pienso que aquí entra nuestra labor como padres, si es que este tema nos preocupa. A lo mejor les reprendemos cuando dicen alguno, y les enseñamos que no es bueno decir palabras malsonantes, sobre todo cuando se utilizan como insulto contra otra persona. O a lo mejor no le damos mayor importancia, y lo dejamos correr. O nos reímos cuando los sueltan, y les alentamos, e incluso les enseñamos alguna cosa soez más, para que sean "los más guays" de la clase. Esa es, en definitiva, cuestión de cada uno, pero lo que me indigna, lo que me toca las narices (por no decir o carallo) es que generalmente se asocie el soltar sapos y culebras por la boca con ser más maduro, como si el palabroteo y la malicia fueran los únicos indicadores válidos y fiables de la madurez personal de un niño. Por ahí sí que no paso.
Ojalá empezáramos a cambiar el chip, y nuestra sociedad empezase a valorar positivamente los rasgos nobles en los niños, y no las muestras de descaro y malicia. Pienso que otro gallo nos cantaría.
viernes, 22 de noviembre de 2013
VIERNES DANDO LA NOTA: YOU'RE THE VOICE (JOHN FARNHAM)
Hace un par de días que publiqué un post condenando la violencia doméstica ("No más ríos de lágrimas") que iba acompañado de una canción un poco tristona.
Así que hoy vengo con una canción pienso que más positiva y alegre. Se titula "You're the voice", y está interpretada por John Farnham (aunque ha sido versionada montones de veces). Es de los años 80 (otra vez, ejem), y aunque se supone que es un alegato en contra de la guerra, pienso que podemos hacerla nuestra y aplicarla a muchas más situaciones injustas, como por ejemplo, el maltrato.
¡YO CONDENO!
"Tú eres la voz, inténtalo y compréndelo, haz ruido y deja claro que no vamos a quedarnos sentados en silencio, no vamos a vivir con miedo".
jueves, 21 de noviembre de 2013
LA MATERNIDAD DE LA A A LA Z: V DE VESTIDITOS
VESTIDOS Y VESTIDITOS
Cuando en mi tercer embarazo nos aseguraron (ecografía 3D mediante) que íbamos a tener una hija, mi instinto de niña mirando embelesada el catálogo de conjuntos de la Nancy afloró por completo. Me encantaba pasear por los pasillos rosas de ropita para niñas, cautivada por aquellos delicados vestiditos. Todo me resultaba precioso y encantador: tules y volantes, flores y brillos, lazos de raso y estampados primorosos... pero un instinto más fuerte (o mi sentido común, o mi legendaria habilidad para ponerme siempre en el peor de los casos) me refrenó de comprar prenda alguna (lo único que cayó fue una bolsa de paseo de color rosa, hábil trabajo de la vendedora de turno que me convenció de que aquella era la oportunidad de mi vida).
Así que cuando en la última ecografía un desagradable, seco y áspero individuo (rayano en lo impertinente) me soltó aquello de "ya sabes que es niño, ¿no? Y además es pequeño", experimenté una rara sensación, mezcla de pena y preocupación. Pena, porque alguna ilusión ya me había hecho con la nena, pero sobre todo preocupación por aquel "es pequeño" sin más explicaciones, dejándome acongojada hasta la visita al ginecólogo, quien vino a decir que todo estaba perfecto, y que el de las ecografías hubiera estado más guapo callado.
Pero volvamos al tema: la realidad varonil dio al traste con todos mis sueños de color de rosa, dejando paso a renovadas ilusiones de color azul.
Y me despedí de los vestiditos, aliviada al mismo tiempo por no tener que verme en futuras encrucijadas del tipo ¿zapatitos de charol o merceditas de terciopelo? ¿faldita de vuelos o shorts de pana? ¿pantalón vaquero o mini de punto? ¿leggins o vestido? ¿perlitas o brillantes? Con un varón, la pugna tiene lugar (al menos en mi caso) entre camisa o camiseta, pantalón o chándal. Y punto. Y es que, como nos dijeron en una ocasión, llevamos a los niños como leñadores (sí, y el hacha la guardan en la mochila del cole).
Pero de lo que no me he librado, y de lo que ningún padre puede desentenderse, es de cómo va a intentar vestir el interior de sus hijos (¡¡¡y no me refiero a los calzoncillos!!!)
Yo quiero que mis niños se vistan de bondad, y quiero que este atuendo lo lleven todos los días, que no lo reserven sólo para el domingo, para Navidad, o para cuando alguien les está observando. Quiero que estén vestidos de buenas intenciones, de empatía y de compasión, de generosidad y de franqueza, de inocencia y de honestidad.
No olvidemos que este tipo de ropa se hereda, pasando fundamentalmente de padres a hijos. Por eso no quiero que hereden rencores ni odios, preferencias ni favoritismos, superioridad hiriente o inferioridad enfermiza; no los quiero vestidos de viejas rencillas familiares perpetuadas de generación en generación, ni de prejuicios pretéritos y sin fundamento transmitidos per secula seculorum.
Tampoco quiero que anden vestidos de egoísmo ni de maldad, y mucho menos de represión o miedo.
Deseo que se vistan de libertad y confianza, de seguridad en sí mismos y de espontaneidad. De humildad sincera y tolerancia auténtica, de respeto y de fortaleza. Y por encima de todo, que estén vestidos de amor, de felicidad, de sentido común y de optimismo. Sin olvidar ese fondo de armario donde guarden alguna prenda que haga que les resbalen las opiniones de los demás, y algún que otro atuendo que les ayude a sacar los dientes cuando sea necesario.
Así es como me gustaría que fueran vestiditos mis niños. Estas son las mejores prendas que uno puede llevar, y las que abrigarán sus corazones y sus vidas el día de mañana.
Así que cuando en la última ecografía un desagradable, seco y áspero individuo (rayano en lo impertinente) me soltó aquello de "ya sabes que es niño, ¿no? Y además es pequeño", experimenté una rara sensación, mezcla de pena y preocupación. Pena, porque alguna ilusión ya me había hecho con la nena, pero sobre todo preocupación por aquel "es pequeño" sin más explicaciones, dejándome acongojada hasta la visita al ginecólogo, quien vino a decir que todo estaba perfecto, y que el de las ecografías hubiera estado más guapo callado.
Pero volvamos al tema: la realidad varonil dio al traste con todos mis sueños de color de rosa, dejando paso a renovadas ilusiones de color azul.
Y me despedí de los vestiditos, aliviada al mismo tiempo por no tener que verme en futuras encrucijadas del tipo ¿zapatitos de charol o merceditas de terciopelo? ¿faldita de vuelos o shorts de pana? ¿pantalón vaquero o mini de punto? ¿leggins o vestido? ¿perlitas o brillantes? Con un varón, la pugna tiene lugar (al menos en mi caso) entre camisa o camiseta, pantalón o chándal. Y punto. Y es que, como nos dijeron en una ocasión, llevamos a los niños como leñadores (sí, y el hacha la guardan en la mochila del cole).
Pero de lo que no me he librado, y de lo que ningún padre puede desentenderse, es de cómo va a intentar vestir el interior de sus hijos (¡¡¡y no me refiero a los calzoncillos!!!)
Yo quiero que mis niños se vistan de bondad, y quiero que este atuendo lo lleven todos los días, que no lo reserven sólo para el domingo, para Navidad, o para cuando alguien les está observando. Quiero que estén vestidos de buenas intenciones, de empatía y de compasión, de generosidad y de franqueza, de inocencia y de honestidad.
No olvidemos que este tipo de ropa se hereda, pasando fundamentalmente de padres a hijos. Por eso no quiero que hereden rencores ni odios, preferencias ni favoritismos, superioridad hiriente o inferioridad enfermiza; no los quiero vestidos de viejas rencillas familiares perpetuadas de generación en generación, ni de prejuicios pretéritos y sin fundamento transmitidos per secula seculorum.
Tampoco quiero que anden vestidos de egoísmo ni de maldad, y mucho menos de represión o miedo.
Deseo que se vistan de libertad y confianza, de seguridad en sí mismos y de espontaneidad. De humildad sincera y tolerancia auténtica, de respeto y de fortaleza. Y por encima de todo, que estén vestidos de amor, de felicidad, de sentido común y de optimismo. Sin olvidar ese fondo de armario donde guarden alguna prenda que haga que les resbalen las opiniones de los demás, y algún que otro atuendo que les ayude a sacar los dientes cuando sea necesario.
Así es como me gustaría que fueran vestiditos mis niños. Estas son las mejores prendas que uno puede llevar, y las que abrigarán sus corazones y sus vidas el día de mañana.
martes, 19 de noviembre de 2013
NO MÁS RÍOS DE LÁGRIMAS
CLICHÉS Y LÁGRIMAS
Me pongo de los nervios cada vez que oigo a alguna chica decir eso de "a las mujeres nos gusta que nos traten mal". Menuda estupidez. ¿Acaso soy yo la única rara a la que le gusta que le traten como a una reina? Y otra perla: "A las mujeres les gustan los tíos duros, los hombres de verdad". Por supuesto, pero el problema surge cuando a algún descerebrado le da por confundir ser un hombre con ser un energúmeno que humilla, maltrata y hace daño física y/o psicológicamente.
Me indignan estos clichés, igual que me indignan esos supuestos "estudios" antropológicos que de vez en cuando nos "revelan" verdades indiscutibles como que las mujeres se sienten atraídas por los "chicos malos" debido a nuestras antepasadas prehistóricas, que valoraban la fuerza bruta por encima de todo (los mismos estudios, por cierto, que proclaman que los hombres sólo buscan mujeres pechugonas y caderonas porque las consideran buenas para procrear.) Qué pasa, ¿acaso seguimos viviendo en las cavernas? ¿De verdad que somos como los animales, buscando al macho más fuerte de la manada o a la hembra más fértil? Entiendo que esto pueda aplicarse -en cierto modo- a los adolescentes y jovencitos, que viven con las hormonas revolucionadas en un mundo confuso donde lo prohibido es lo deseable, y lo malo equivale a rebeldía, libertad, y reafirmación de la personalidad. Pero en el mundo de los adultos... me resulta totalmente inadmisible.
Me indignan estos clichés, estos ridículos estudios y sus no menos ridículas conclusiones: "las mujeres no es que sean masoquistas, sino que son luchadoras y afrontan este tipo de relaciones con un hombre violento como un reto, como una prueba que superar". ¡Bravo! ¡Fantástico! ¡Han conseguido justificar lo injustificable, y ensalzar lo aberrante!
Pienso que deberían ser muchísimo más cuidadosos con este tipo de clichés y de "verdades universales", que en cierto modo normalizan, justifican y legitiman el maltrato y la violencia.
A las mujeres NO nos gusta que nos traten mal. NO nos gustan los hombres violentos. NO nos gusta vivir prisioneras del miedo en nuestra propia casa.
Pienso que aún queda mucho por hacer, sobre todo en materia de educación. Hay que inculcar en las niñas y en las jóvenes una buena autoestima, respeto por sí mismas, sentimientos positivos de igualdad con respecto a los hombres, seguridad, confianza, fortaleza y valentía. Hay que hacerles ver que NO es normal que alguien que dice amarles les haga daño, y que amar NO significa soportar, tragar con todo y aguantar lo indecible.
Me gustaría dejar con vosotros esta canción de Thunder, uno de mis grupos predilectos, con la correspondiente traducción de la letra. Han pasado casi 20 años desde que la grabaron, y a pesar del tiempo transcurrido, muchas mujeres todavía siguen llorando, en silencio, hasta que el río de sus lágrimas se seca. Ojalá cada vez sean menos.
HASTA QUE EL RÍO SE SECA
Ella no le ve tropezando con la puerta.
Me indignan estos clichés, igual que me indignan esos supuestos "estudios" antropológicos que de vez en cuando nos "revelan" verdades indiscutibles como que las mujeres se sienten atraídas por los "chicos malos" debido a nuestras antepasadas prehistóricas, que valoraban la fuerza bruta por encima de todo (los mismos estudios, por cierto, que proclaman que los hombres sólo buscan mujeres pechugonas y caderonas porque las consideran buenas para procrear.) Qué pasa, ¿acaso seguimos viviendo en las cavernas? ¿De verdad que somos como los animales, buscando al macho más fuerte de la manada o a la hembra más fértil? Entiendo que esto pueda aplicarse -en cierto modo- a los adolescentes y jovencitos, que viven con las hormonas revolucionadas en un mundo confuso donde lo prohibido es lo deseable, y lo malo equivale a rebeldía, libertad, y reafirmación de la personalidad. Pero en el mundo de los adultos... me resulta totalmente inadmisible.
Me indignan estos clichés, estos ridículos estudios y sus no menos ridículas conclusiones: "las mujeres no es que sean masoquistas, sino que son luchadoras y afrontan este tipo de relaciones con un hombre violento como un reto, como una prueba que superar". ¡Bravo! ¡Fantástico! ¡Han conseguido justificar lo injustificable, y ensalzar lo aberrante!
Pienso que deberían ser muchísimo más cuidadosos con este tipo de clichés y de "verdades universales", que en cierto modo normalizan, justifican y legitiman el maltrato y la violencia.
A las mujeres NO nos gusta que nos traten mal. NO nos gustan los hombres violentos. NO nos gusta vivir prisioneras del miedo en nuestra propia casa.
Pienso que aún queda mucho por hacer, sobre todo en materia de educación. Hay que inculcar en las niñas y en las jóvenes una buena autoestima, respeto por sí mismas, sentimientos positivos de igualdad con respecto a los hombres, seguridad, confianza, fortaleza y valentía. Hay que hacerles ver que NO es normal que alguien que dice amarles les haga daño, y que amar NO significa soportar, tragar con todo y aguantar lo indecible.
Me gustaría dejar con vosotros esta canción de Thunder, uno de mis grupos predilectos, con la correspondiente traducción de la letra. Han pasado casi 20 años desde que la grabaron, y a pesar del tiempo transcurrido, muchas mujeres todavía siguen llorando, en silencio, hasta que el río de sus lágrimas se seca. Ojalá cada vez sean menos.
HASTA QUE EL RÍO SE SECA
Ella no le ve tropezando con la puerta.
Ella no le oye echándole la bronca.
Ella no siente cuando la golpea contra el suelo.
Ella no puede alcanzarle nunca más, es inútil.
Se dice a sí misma que él sigue siendo el hombre que ama,
y llora hasta que el río se seca.
Él lo lamentará por la mañana,
pero ella llora hasta que el río se seca.
Hasta que el río se seca.
Ella recuerda cómo era antes,
entonces eran jóvenes y la vida no tenía preocupaciones,
cada montaña era lo bastante pequeña como para superarla.
Ella se aferra a cada recuerdo sublime.
Mientras él se sumerge en un sueño agitado,
ella llora hasta que el río se seca,
Y culpa al mundo entero por las profundas cicatrices de él,
y llora hasta que el río se seca,
hasta que el río se seca.
Tantas veces ella fue hasta la puerta,
esforzándose por abandonarle,
pero cuando le ve derrumbarse...
Él sabe que ella dará la vuelta
Ella no ve más allá de las lágrimas de él,
ni más allá de todos aquellos años.
Se dice a sí misma que él sigue siendo el hombre que ama,
y llora hasta que el río se seca.
Él lo lamentará por la mañana,
pero ella llora hasta que el río se seca.
Hasta que el río se seca.
Hasta que el río se seca.
viernes, 15 de noviembre de 2013
VIERNES DANDO LA NOTA: JOSH GROBAN
En un capítulo de ella salía un chico tímido que no tenía pareja para el baile de graduación y se llevaba a Ally. El chico estaba enamorado de otra chica, claro, y en un momento del baile se subía al escenario y le cantaba una canción, dejando a todos boquiabiertos con su prodigiosa voz.
Bueno, pues esta es la canción: You're still you, y éste es el chico: Josh Groban. No he podido encontrar la escena en Youtube, así que hoy traigo la canción interpretada en directo.
Y como me gusta tanto este muchacho cantando, de propina va otro tema, una de mis canciones favoritas, que ha sido interpretada y versionada infinidad de veces: You raised me up.
Espero que os guste :-) ¡FELIZ VIERNES!
miércoles, 13 de noviembre de 2013
O MAGOSTO
SOBRE LA FIESTA DE LA CASTAÑA
"O Magosto para agosto", cantaban Os Resentidos en su canción ochentera "Galicia Caníbal (Fai un sol de carallo)". Pues no. El magosto se celebra entre finales de octubre y el mes de noviembre. ¡Si hasta lo dice la wikipedia (ver aquí)!
Este viernes mis niños celebran, como cada curso, el Magosto. Se trata de una fiesta tradicional cuya protagonista indiscutible es la castaña, y constituye una de las dos grandes fiestas del Otoño en el colegio, junto con el espantoso Samaín (festividad galaica de origen celta, de donde deriva el conocido Halloween).
En la celebración del Magosto llevan a un castañero típico al cole, asan castañas, se calientan las manos con ellas, se queman los deditos y acaban con las uñas negras al abrirlas, algunos niños incluso las comen (mi Mediano no, desde luego :-D), beben leche, les cuentan historias, y durante las semanas previas hacen actividades castañiles tan cucas como ésta del año pasado:
También organizan un concurso de postres con productos típicos del Otoño, al que yo no me he presentado. Quizá el año que viene (ja, ja, ja, sonido de risas en la lejanía) :-D
Qué bonito es que en los colegios enseñen las distintas tradiciones y costumbres de cada lugar, pues si bien es necesario ir avanzando con los tiempos, es bueno de vez en cuando echar la vista atrás para saber de dónde venimos. Que sepan que hace mucho, mucho tiempo, aquí no se comían patatas porque no se conocían (para uno que yo conozco vivir sin ellas sería impensable), ni tampoco había maíz (ni chocolate, que estas cosas las trajo Colón de América), y nadie los echaba de menos porque teníamos -y aún tenemos- la deliciosa castaña.
Y para acabar, el famoso cuento infantil de La castaña que reventó de la risa:
Una vez iban de paseo una brasa de carbón, una paja y una castaña. Llegaron a un río y no sabían cómo atravesarlo.
La castaña, que era muy lista, propuso lo siguiente:
-Como la paja puede flotar en el agua, yo me montaré encima de ella y me llevará nadando a la otra orilla. Luego regresará a ti, dijo dirigiéndose a la brasa.
A las dos les pareció muy bien, y así se hizo. Primero la paja pasó a la castaña y luego volvió por la brasa de carbón.
Pero cuando estaban a mitad del río, la paja sintió que se estaba quemando con el calor de la brasa y casi sin querer hizo un movimiento brusco, y de una sacudida la tiró al agua.
Cuando la castaña lo vio, le dio un ataque de risa. Se reía tan a gusto, de ver a la brasa remojada, se reía con tanta fuerza, que reventó.
La paja llegó a la orilla completamente chamuscada.
La brasa llegó más tarde, apagada por completo, chorreando.
Llegaron además muy enfadadas las dos con la castaña porque se había reído cuando ellas lo pasaban mal, pero cuando vieron que con la risa había reventado su piel, y estaba destrozada, se compadecieron y fueron a buscar al sastre para que la remendara y le recosiera el roto.
El sastre sólo tenía un trozo de tela de color más claro que el de la piel de la castaña, y tuvo que arreglárselo poniéndole un pedazo de ese color.
Por eso ahora andan todas las castañas con un trozo de piel, que parece un trocito más claro.
¡Que viva el Magosto!
Qué bonito es que en los colegios enseñen las distintas tradiciones y costumbres de cada lugar, pues si bien es necesario ir avanzando con los tiempos, es bueno de vez en cuando echar la vista atrás para saber de dónde venimos. Que sepan que hace mucho, mucho tiempo, aquí no se comían patatas porque no se conocían (para uno que yo conozco vivir sin ellas sería impensable), ni tampoco había maíz (ni chocolate, que estas cosas las trajo Colón de América), y nadie los echaba de menos porque teníamos -y aún tenemos- la deliciosa castaña.
Una vez iban de paseo una brasa de carbón, una paja y una castaña. Llegaron a un río y no sabían cómo atravesarlo.
La castaña, que era muy lista, propuso lo siguiente:
-Como la paja puede flotar en el agua, yo me montaré encima de ella y me llevará nadando a la otra orilla. Luego regresará a ti, dijo dirigiéndose a la brasa.
A las dos les pareció muy bien, y así se hizo. Primero la paja pasó a la castaña y luego volvió por la brasa de carbón.
Pero cuando estaban a mitad del río, la paja sintió que se estaba quemando con el calor de la brasa y casi sin querer hizo un movimiento brusco, y de una sacudida la tiró al agua.
Cuando la castaña lo vio, le dio un ataque de risa. Se reía tan a gusto, de ver a la brasa remojada, se reía con tanta fuerza, que reventó.
La paja llegó a la orilla completamente chamuscada.
La brasa llegó más tarde, apagada por completo, chorreando.
Llegaron además muy enfadadas las dos con la castaña porque se había reído cuando ellas lo pasaban mal, pero cuando vieron que con la risa había reventado su piel, y estaba destrozada, se compadecieron y fueron a buscar al sastre para que la remendara y le recosiera el roto.
El sastre sólo tenía un trozo de tela de color más claro que el de la piel de la castaña, y tuvo que arreglárselo poniéndole un pedazo de ese color.
Por eso ahora andan todas las castañas con un trozo de piel, que parece un trocito más claro.
¡Que viva el Magosto!
lunes, 11 de noviembre de 2013
TOP FIVE: FAMOSOS QUE HAN PASADO POR EL QUIRÓFANO
¿QUÉ TE HAN HECHO, LUCAS?
Tranquilos, que no voy a hablar de la actriz Renée Zellweger, aunque confieso que me han impactado (y dado mucha lástima) las últimas fotos que circulan de ella. Parece otra persona distinta, lo mismo que los protagonistas de nuestro Top Five de hoy:
#5 Las chicas de Playmobil
En mi época, las féminas de los "clicks" (que se supone que se llaman "clacks", por cierto) se distinguían de sus congéneres machos únicamente por su media melenita y ese vuelo en el faldón, a modo de vestidito.
Ahora estas muchachas se han aumentado el pecho, se han puesto pestañas postizas y lucen un sinfín de estilismos capilares. Pero siguen manteniendo todo su encanto (clicks forever!!!).
#4 Los Pin y Pon
Si antes estos muñequitos eran así de adorables:
¿Cómo han podido degenerar en esto?
#3 La Nancy
Otra que abusa de las pestañas postizas, ésta además ha crecido algunos centímetros, y se ha hecho agrandar los ojos a lo bestia (esto es común a todas las muñecas de hoy en día, y aún no tengo muy claro el porqué. ¿Acaso no se puede andar por la vida con ojos chiquitos? (y conste que no lo digo por mí, precisamente).
El ahora y el antes de la Nancy |
#2 Los Barriguitas
Esto me lo tomo como algo personal, pues sin duda eran mis muñecos favoritos de la infancia. Lo que han hecho con ellos no tiene nombre. ¿Cómo se puede convertir una muñequita adorable, tan tierna, con esos mofletitos que daban ganas de achuchar, esos piececitos y esas manos que daban ganas de mordisquear, en un esperpento de ojos gigaenormes -otra vez esa dichosa fijación por los ojos inmensos- en una choni ombliguera con los morros pintados?
Perdón por lo soez del letrerito, pero razón no le falta.
Y lo que ya me parece el acabose, lo que casi me produce un infarto cuando le echaba un vistazo el otro día al catálogo del Toys'r'Us, lo que me ha llevado a escribir este post, es el personaje que ocupa el número uno de nuestro ránking:
#1 Lucas, el de la Nancy.
Mi hermana tenía al Lucas clásico, varonil, ochentero e ibérico.
¿Y qué es este pestiño que venden ahora?
¡¡¡Cielo santo, que me lo han oxigenado, le han aclarado los ojos y le han inflado los morros!!! Claro, si ella se había recauchutado tanto, él no podía quedar atrás. Este no es nuestro Lucas, sino un surfero guiri aprendiz de Justin Bieber. Esto no se hace, derribar de esta manera tan cruel los mitos de nuestra infancia, snif, snif :-(
En momentos así celebro no tener niñas, porque te digo yo que esos engendros defraudadores no iban a poner un pie en mi casa (sólo los clicks se salvan de la quema, a ver si aprendemos a hacer un "restyling" -o como se diga- decente y con calidad).
¡¡¡No me extraña que estas muñecas ya no se dirijan al portal, porque seguro que el Niño los iba a echar a patadas!!!
viernes, 8 de noviembre de 2013
VIERNES DANDO LA NOTA: THE TRAVELING WILBURYS
Este viernes traigo al supergrupo The Traveling Wilburys. Seguro que a muchos os sonará a chino (a mí también, hasta que el Papi me los presentó hace un tiempo ;-)), pero segurísimo que sí os suenan George Harrison (el de los Beatles), Jeff Lynne (de la ELO), Roy Orbison, Bob Dylan y Tom Petty. Pues estos eran los integrantes de The Traveling Wilburys: un supergrupo en toda regla.
Como no podía decidirme por una de estas dos canciones, os dejo las dos. En la primera cantan todos, y en la segunda, básicamente el genial Roy Orbison. ¡Espero que os gusten!
P.S. ¿A que no te lo esperabas, Papi? ;-)
jueves, 7 de noviembre de 2013
LA MATERNIDAD DE LA A A LA Z: D DE DINOSAURIOS
SOBRE DINO-MADRES
Nunca había sido muy amiga de los dinosaurios. Ya lo expliqué hace tiempo en un post titulado "Las fieras de mis niños" (interesados, leer aquí). Pero claro, con tres XY apasionados de los animales en casa, aspirantes a paleontólogos, y aventureros en ciernes, no podía acabar de otra manera sino cogiéndoles afición y cariño a esos bicharracos de la era Mesozoica.
Y si hablamos de dinosaurios y de maternidad, inevitablemente surge un nombre: la Maiasaura.
Para aquellos poco iniciados en el tema, o que tengan la casa invadida sólo por Kittys, Doras y Princesas, explicaremos brevemente que "maiasaura" procede del griego, y significa "lagarto buena madre, o lagarto madre atenta". Así fue cómo se bautizó al primer fósil de dinosaurio encontrado cuidando a sus huevos y a sus crías, y del que se cree que les protegía, les llevaba alimento, e incluso les masticaba la comida.
Me imagino a la Maiasaura porteando en mochilas ergonómicas, dando teta a demanda, y colechando en el nido, el cual mantenía como los chorros del oro, con una decoración exquisita y divina, ordenadísimo e impoluto; la veo preparando cupcakes y horneando galletas para luego decorarlas con fondant; me la imagino tejiendo en invierno rebequitas para sus crías, haciendo tapetes de ganchillo y punto de cruz, entregada al scrapbooking y publicando diariamente entradas en sus blogs de moda y crianza. Todo ello sin descuidar su trabajo remunerado fuera del hogar de 9 a 17, y sin desatender al macho "maiasauro", al que tiene en palmitas. Un epítome de buen hacer maternal reptiliano, vamos.
En las antípodas de la Maiasaura surge una siniestra figura: el Oviraptor, el infame ladrón de huevos, cuyo fósil fue descubierto junto a un nido ajeno, el cual se disponía a saquear.
tododinosaurios.com |
Feo con avaricia, este dinosaurio es uno de los "villanos" clásicos en la ficción prehistórica. Por ejemplo, en la película Dinosaurio (de Disney) se nos presenta un ejemplar de esta especie en pleno latrocinio.
Os dejo el tráiler de la película, la música de la secuencia inicial "The egg travels",
de James Newton Howard, me parece preciosa.
Y claro, una intenta ser maiasaura, pero la casa está más próxima a una leonera que a un nido coqueto, el último bizcocho que horneé salió tan duro que podría usarse como arma arrojadiza, y mis conocimientos de punto de cruz son tan nulos como los de scrapbooking. Por no hablar de que pierdo los nervios con facilidad, y grito demasiado; por lo que, en la escala dinomaterna me sitúo cada vez más cerca del oviraptor.
Peeero... un momento... hete aquí que los expertos no tardaron en descubrir que el oviraptor, en realidad, no era el ladrón de huevos que se pensaba!!! Oh, vaya, resulta que el nido que supuestamente iba a allanar era suyo! En realidad no estaba robando nada, sino defendiendo sus propios huevos! Probablemente ni siquiera comía huevos, sino moluscos.
Conclusiones:
1. Las apariencias engañan. Ni las maiasauras eran las únicas que cuidaban de sus crías, ni los oviraptores robaban huevos. Ni tanto ni tan calvo. Pero qué rápidamente se juzga (sin conocimiento), se censura (sin motivo), y se ponen etiquetas.
2. Cría fama y échate a dormir. La maiasaura queda para la posteridad como una supermadre (aunque fuera una lagarta de cuidado) siempre representada como mater amantísima junto a sus crías. Mientras, el oviraptor, fichado como vil mangante de huevos para los restos, sigue apareciendo como el dinosaurio de mirada torva, mano larga y huevo hurtado bajo el brazo.
2. Cría fama y échate a dormir. La maiasaura queda para la posteridad como una supermadre (aunque fuera una lagarta de cuidado) siempre representada como mater amantísima junto a sus crías. Mientras, el oviraptor, fichado como vil mangante de huevos para los restos, sigue apareciendo como el dinosaurio de mirada torva, mano larga y huevo hurtado bajo el brazo.
3. No somos moneditas de oro para caerles bien a todos. Da exactamente igual lo que hagamos y cómo lo hagamos. Para unos seremos madres ejemplares, y para otros, madres penosas. Por ejemplo: si trabajamos fuera de casa, MAL por "desatender" a los niños y el hogar; si nos quedamos en casa, MAL por ser unas "ociosas y mantenidas". Nunca vamos a contentar a todo el mundo con muestras decisiones, hay que asumirlo y vivir con ello. Lo único que cuenta es cómo nos sentimos nosotras, y más importante, cómo nos sienten, nos ven y nos perciben nuestros hijos. Ellos son los que tienen la última palabra, y la única que tiene valor. El resto, que nos tachen de maiasaura, de oviraptor, o de cryolophosaurio.
Aquí os dejo el capítulo del Dinotren titulado "La buena mamá".
A partir del minuto 10 veréis la tierna nana que la Sra. Pteranodón le canta a sus hijos ;-)
Y si alguien la quiere ver en inglés, que pinche aquí
martes, 5 de noviembre de 2013
RECETA DE MINI-BIZCOCHO
RECETAS DE ALTA COCINA :-D
¿Quién dice que aquí no elaboramos platos sofisticados a la par que suculentos? Para lavar mi imagen de cocinera desastrosa, por una vez, y sin que sirva de precedente, voy a compartir una receta que he aprendido hace poco y he realizado varias veces con éxito.
Espero que a nadie le desanime la laboriosidad y complejidad de este postre, con un poco de práctica conseguiréis hacer este bizcochito sin problemas.
Os dejo el paso a paso.
Paso 1: Cogemos una taza de desayuno. No tiene por qué ser de la Abeja Maya.
Paso 2: Nos aseguramos de que tenemos todos los ingredientes necesarios en casa. A saber:
1 huevo
1 cucharada de aceite de
girasol
2 cucharadas de leche
2 cucharadas de Nesquik
2 cucharadas colmadas de
azúcar
2 cucharadas colmadas de
harina
Media cucharadita de café
de levadura en polvo Paso 3: Echamos todos los ingredientes (menos la harina y la levadura) según el orden indicado, en la taza. Removemos a conciencia con un tenedor, luego añadimos la harina y la levadura y seguimos removiendo bien bien hasta que no queden grumos.
Paso 4: Metemos en el microondas 2 minutos a máxima potencia, y cuando "aquello" empiece a subir y amenace con desbordarse por fuera, es importante mantener la calma. A mí no se me ha llegado a caer nunca (pero sí ha subido de caray :-D ). Esperamos unos nanosegundos para no quemarnos, le pasamos un cuchillo todo alrededor para "desmoldarlo", y lo colocamos primorosamente en un platito.
Éste es el resultado. Seguramente en otro plato más mono, con una mesa con mantel de encaje de Camariñas (en vez de hule de imitación de Cars de los chinos), habría quedado más lucido, pero no por ello más sabroso!!!
De verdad que está muy bueno, al Papi le gusta con unos chorretones de nata por encima, y al Mayor y a mí al natural. A los otros dos no les gusta (mejor, más que nos toca al resto).
Esta receta la he sacado del blog de mi hermana (un beso, Pitu), donde tiene su versión para celíacos (para verlo, pinchad aquí), y en Internet responde al nombre de Bizcotaza, Bizcocho rápido, o "Bizcocho para vagos" (para inútiles, diría yo :-D ).
Probadlo y ya me contaréis.
P.S. Animada por el éxito de este bizcochito, me lié la manta a la cabeza y un buen día me dispuse a hacer uno grande "de verdad". Del resultado -afortunadamente- no hay fotos. Sólo diré que su textura era muy similar a la de una roca granítica, y que bien podría haberse usado como pisapapeles, como sujeta-puertas, o incluso como proyectil de catapultas. Acabó en la basura. ¡Que viva el bizcotaza! :-)
viernes, 1 de noviembre de 2013
VIERNES DANDO LA NOTA: ALL FOR LOVE (THE THREE MUSKETEERS)
¿¿¡¡Pero esta película ya tiene veinte años!!??
Como dice siempre mi madre: "Los años pasan para todos", para Kiefer Sutherland, para Michael Sheen, para Chris O'Donnell... todos lustrosos (¡por los cuatro lustros que tienen encima!). Vaaale, y por nosotros también ;-)
Me gusta mucho esta película de Disney, en general me encanta la temática mosqueteril, con aventura, romance, nobles espadachines, misteriosas Miladys e intrigantes Richelieus. Si encima le ponemos una canción tan chula como ésta, cantada por Bryan Adams, Sting, y Rod Stewart... ¿qué más puedo pedir?
El vídeo es de una calidad bastante pésima, pero es el único que he encontrado en Youtube con las imágenes de la peli.
¡Espero que os guste!
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