SOBRE LOS DISTINTOS TIPOS DE MADRES QUE PODEMOS ENCONTRAR
Madre
sólo hay una. ¡Vaya novedad! ¿Pero cómo es esa madre? La observación me ha
mostrado que hay muchos tipos de madres, y la experiencia, que no son en ningún
caso excluyentes. Todas podemos ser cualquiera de ellas, según la hora del día,
el lugar donde nos encontremos, y la compañía que tengamos.
Madre Vaca: ahora mismo, ésa soy yo, una madre que –al igual
que muchas otras- ha perfeccionado la técnica de usar el teclado con una sola
mano y con relativa velocidad (esto no lo enseñaban en las clases de escribir a
máquina, ¿eh?). Con la otra mano sujeto al pequeño (érase un niño a una teta
pegado), que el señorito necesita un respaldo cómodo, que luego vienen las
lesiones de cuello y espalda (las de la madre ya son irreversibles). La Madre Vaca
se caracteriza, fundamentalmente, por pasar la mayor parte del tiempo dando la
teta. Ha perdido gran parte del pudor y la vergüenza que le hubieran podido
quedar después de la experiencia del parto, lo que le lleva a dar la teta en
cualquier sitio: el parque, la playa, la calle, el cine, la cafetería, la
terraza del bar, la sala de espera del médico, la iglesia, los sillones del Ikea, los pasillos del
Carrefour, la mesa mientras está comiendo, la taza del w.c., la bañera… Ha
perdido también la oportunidad de convertirse en una it girl, pues a la hora de elegir vestimenta, la Madre Vaca piensa
no en lo económico que es ese little
black dress de Dior, ni en el furor que causaría ese ajustadísimo y trendy mono con animal print, ni en lo bien que combinaría ese vestido lady con sus bailarinas vintage, sino más bien en la
operatividad de esas prendas a la hora de dar el pecho. La practicidad prevalece
sobre las tendencias: lo que para otras es un must, para la Madre Vaca es un how?
(o mejor dicho, un “¿cómorrrr hago para sacar la teta con esta ropa sin tener
que hacer un striptease?”).
Madre Koala: o canguro, o cualquier otro marsupial, de esos
que llevan a su cría en la bolsa. La Madre Koala siempre anda con los hijos a
cuestas. Uno, o dos, o los que pueda cargar. En la escalera, en esa cuesta tan
empinada, en esta calle cuesta abajo, en su casa, en casas ajenas, haciendo la
comida, intentando ver la tele, intentando dormir, dando la teta al pequeño,
empujando el carrito del bebé, empujando el carro de la compra, en el parque,
en la playa, en el colegio… es decir, en todo tiempo y lugar. La Madre Koala
intentará responder siempre al pedido de sus hijos, hasta que la espalda y los
brazos lo permitan o hagan crack!
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