viernes, 12 de diciembre de 2014

VIERNES DANDO LA NOTA: CAROL OF THE BELLS

No puedo creerlo. En pleno diciembre, ¿y aún no he puesto ningún villancico? ¡Con lo que a mí me gustan! 
Hoy os traigo Carol of the Bells, una hermosa canción navideña que particularmente me encanta. Esta versión es la que aparece en la película Solo en casa (cuya banda sonora está a cargo de nuestro queridísimo John Williams), y está interpretada por un coro de niños de voz angelical.


Igualito que mis hijos, vamos, que se dedican a tararear Moneytalks, Thunderstruck Eye of the tiger (bueno, y también La Marcha Imperial, El cóndor pasa, o el aria de La reina de la noche, no penséis que son unos macarras y que no me tienen culturilla musical).

Y como despedida, y por si el coro de niños os produjo urticaria -como a mi marido- esta otra versión del Carol of the Bells de la Trans-Siberian Orchestra.

 
 
¡Feliz  viernes y buen fin de semana! :-)

jueves, 11 de diciembre de 2014

TOP FIVE: LOS REGALOS QUE MÁS ODIO (Y QUE A ELLOS MÁS LES GUSTAN)

Navidad. Época de consumismo. Tiempo de regalos. Hay niños que abren con delicadeza los envoltorios de los paquetes. Otros -la mayoría, supongo, ¿¿¿o es que son sólo los míos???- los rompen y los abren a lo bestia. Pero a todos se les ilumina la carita si el objeto regalado es lo que deseaban.
Ras, ras, se rasga el papel y se quita el lazo. ¿Qué es, qué es? Manitas ansiosas que lo descubren al fin. En los niños, ojos de sorpresa; en los padres, de contenida estupefacción. En los niños, gesto de asombro; en los padres, de muy contenido desagrado. En los niños, muestras de alegría; en los padres, de muy muy contenido disgusto. "Q-q-q-bonito", acierta a decir el progenitor, que aún no ha conseguido reaccionar, pensando dónde narices van a colocar esto, qué porras van a hacer con eso, o cómo demonios van a manejar aquello
 
#5 Juguetes de volumen extremo: de la giga-mega-enormidad a la ingente multitud de piezas minúsculas.
 
Por un lado, el típico muñeco de peluche de tamaño XXL. Taaan adorable, taaaan suave, taaaan mullidito, taaan puñeteramente inmenso. Confieso que me encantaban... hasta que tuvimos que convivir con uno. Y el niño empecinado en tenerlo en la cama (ocupando prácticamente la mitad de ella, claro). Como si no fuese ya bastante complicado estirar las sábanas de la litera de arriba. Peeeero... lleva tanto tiempo en casa, y le tiene tanto cariño, y trae tantos recuerdos... que aquí sigue.
 
 
Y en el otro extremo, cómo no, los Lego (o piezas de Playmobil, o de Pinypon, o de Polly Pocket). Piececillas diminutas de plástico duro y aristas que a veces se clavan en los pies, otras veces son tragadas por la aspiradora, y otras, simplemente, desaparecen en el agujero negro que hay en casa (aquel por donde desapareció el siempre recordado y nunca suficientemente llorado mando del DVD - Que en paz descanse)). Peeeero... les gustan tanto, y son tan chulos, y están tan bien hechos, y estimulan la imaginación, y ejercitan la psicomotricidad fina, y fomentan no sé qué más... y aquí siguen (y no sólo eso, sino que cada vez hay más, y más, y les compran más, y nosotros compramos más...).

 
#4 Coleccionables.
 
Que los señores de Panini son muy listos, y cada año me sacan colecciones nuevas de Animales, o de National Geographic, o de Aviones, o de las Tortugas Ninja. Y el abuelo siempre con los bolsillos llenos repartiendo sobres. Y las tías que no se quedan atrás. Y lo peor es cuando no se limitan a coleccionar cromos, sino figuritas, muñequitos, coches de Cars, o dragones de la película de Dreamworks. Peeeero... son tan bonitos, y tan educativos (algunos cromos), y después de lo que ha costado conseguir todos  (o casi todos) no vas a deshacerte de ellos, ¿no? Y por eso, claro, aquí siguen.

 
#3 Juguetes ruidosos.
 
Esto incluye toda clase de instrumentos musicales (desde el teclado de Winnie The Pooh hasta la trompeta verde de plástico, pasando por la armónica del chino) sin propósito didáctico ni musical, más que la mera contaminación acústica. Sin embargo, el mayor atentado a la integridad auditiva son esos coches (o aviones, o trenes, o similares) que parecen fabricados en el mismísimo Averno, que cuentan con toda suerte de luces con pitidos, sirenas, sonidos del motor, claxon y ruiditos varios, incluyendo canción estridente, repetitiva y machacona. Si encima tiene voces humanas, es el acabóse (Aún me estoy reponiendo de aquel juguetito con su soniquete "¡El parque de divertimiento es maravilloso cuando se ve desde lo alto!" "¡Vamos a resbalar!"), y si se estropea y le da por accionarse en plena noche, apaga y vámonos. Peeero... son tan divertidos, que aquí siguen (hasta que se acaban las pilas y ¡oh, qué pena! nunca me acuerdo de cambiárselas ;-) )
#2 Juguetes pringosos o D.A.P.G. (De Alto Poder Guarreante).
 
Al que inventó el blandiblú le debió quedar la cabeza descansada. Recuerdo que de pequeña me fascinaba verlo anunciado en la tele, pero no recuerdo que en casa lo tuviéramos. Se ve que mi madre era mucho más sensata que yo ("Y había menos vicio, y no andábamos malgastando el dinero en tonterías inútiles"; "Calla, mamá, calla, que la industria juguetera también tiene que vivir"). 
Pero los mocos verdes no son los únicos juguetes pringoasquerosos, y no tienen nada que hacer al lado de los juegos de hacer experimentos científicos (que la culpa es de quien se empeñó en hacerlos aún cuando en la caja pone clarísimamente que son para niños mucho mayores).
Por no hablar de los niños que se ponen perdidos con las acuarelas, las pinturas para dedos, los pegamentos, la plastilina, las manualidades en general y la tinta en particular. Peeeero... es tan divertido y tan beneficioso que hagan trabajos manuales (porque en el cole prácticamente sólo saben pegar gomets, dónde están aquellos tiempos de Pretecnología, aquellas labores de ganchillo y de punto de cruz, aquellos bonsáis de abalorios, aquellos maceteros de macramé, aquellas mecedoras con pinzas, aquellos espejos decorados, aquellas figuras pintadas con betún de judea y goma laca, aquellas maquetas con serrucho... bueno, me callo que me disperso, y a lo mejor los hacen más adelante, que el Mayor sólo va en 3º de Primaria), que cuando Mami tiene un buen día de mucho ánimo, mucha paciencia, y mucha tolerancia a la suciedad, saca pinceles, botes, plastilinas y lo que haga falta. Y aquí seguimos.

 
#1 Seres vivos.
 
En primer lugar, dejaré claro que no considero que los seres vivos sean juguetes, pues es evidentísimo que NO LO SON. Pero sí pueden ser un regalo. (Igual que los hijos). Recuerdo que mi cuñada, hace muchos años, se mostró inflexible ante el hecho de que mi hermana les regalase peces a los niños. "Nada de mascotas hasta que ellos sepan y quieran cuidarlos". Qué sabia fue. Regalarles animalitos a niños que no tienen edad para hacerse cargo de ellos es un marronazo en toda regla para sus padres, y esto incluye peces, tortugas, hamsters o granjas de hormigas. Peeeero... es tan beneficioso que tengan animales de compañía, hace que sean más responsables, fomenta su desarrollo, bla bla bla... y qué caray, que la tortuga que hay en casa la trajo Papi, que si no... no seguía aquí :-(    
 


 
Pues eso, que la aversión que este tipo de regalos despierta en mí es directamente proporcional al amor que mis niños les profesan. Así que, si lees esto y has regalado algún juguete de estos a mis hijos, no te sientas mal. Al contrario, sabes que estarás entre sus parientes más queridos!!! ;-)
 
Y vosotros, ¿cuáles son los juguetes que más odiáis? 

viernes, 5 de diciembre de 2014

VIERNES DANDO LA NOTA: GOD ONLY KNOWS

Llevo toda la semana pensando en escribir un post titulado "Descerebrados". Pensaba escribir -una vez más- sobre fútbol, sobre el verdadero opio del pueblo (ríete tú de la religión), sobre la obsesión enfermiza, sobre el exceso de estupidez y la ausencia de neuronas, sobre la brutalidad y la vergüenza ajena. Sobre el cada vez más penoso ejemplo que el "deporte rey" da a nuestros hijos, y sobre la preocupante primacía que muchos padres le otorgan por encima de cualquier otra actividad (colegio incluido, "no tiene tiempo para estudiar porque tiene muchos compromisos con su equipo"). Pero no quiero deprimirme pensando en un futuro plagado de seres con un balón por cerebro, seres que sólo saben hablar de fútbol, ver fútbol, jugar al fútbol. No quiero amargarme imaginando una juventud  infestada de futbolistas chulos e ignorantes y de aficionados violentos y descerebrados. No quiero y no puedo. Así que, como hoy es viernes... toca dar la nota!!!
 
Os hablaré de una de mis películas navideñas preferidas: Love Actually. Comedia romántica coral y británica que seguro que la mayoría conoceréis. Corría el año 2003, y allá nos fuimos al cine el ahora Papi -por aquel entonces novio- y yo. Me encantó la peli, y me sigue encantando. Con su guión más o menos predecible, sus momentos lacrimógenos, sus situaciones cómicas y su casi happy end. Me encantó su tremenda colección de actores: Liam Neeson, Colin Firth, Alan Rickman, Emma Thompson, Laura Linney... y otros que en aquel momento no eran muy conocidos, pero que con el paso de los años, después de verlos en tantas pelis y tantos capítulos de series, ya casi forman parte de la familia. Es el caso del bueno de Martin Freeman, el Watson de la BBC, el Lester de la miniserie Fargo, el mismísimo Bilbo de El Hobbit  haciendo de doble de luces de un actor porno!!!
Por no hablar de Andrew Lincoln, el dulce galerista enamorado y no correspondido convertido ahora en un destripazombies en The Walking Dead. Y qué decir del adorable (o repelente, según gustos) Thomas Sangster, el hijito de Liam Neeson, reconvertido en un jovenzuelo cambiapieles en Juego de Tronos. Y no me resisto a mencionar al apuesto Rodrigo Santoro, que dejó las gafas y la timidez para encarnar al despiadado, depilado y endiosado Jerjes de 300.
¿Y cuál es otro de los puntos fuertes de esta película? Pues cómo no, su banda sonora: The Beatles, Texas, Maroon 5, Norah Jones, Dido, Joni Mitchell, Wet Wet Wet... Mi preferida, sin duda alguna, es esta canción que hoy os traigo, una joyita de The Beach Boys titulada God only knows, temazo de 1966 que a pesar de los lustros me sigue encandilando.



Y no debo ser yo la única fan de esta canción, pues buscando en Youtube el vídeo de los Beach Boys para enlazarlo, hete aquí que descubro este espectacular vídeo de la BBC de hace un par de meses:



¡¡¡Me encanta!!! Y aunque conozco a muchos de los que salen en el vídeo, confieso que hay otros muchos que no tengo ni la más remota idea de quiénes son. (Inciso: Pharrel Williams, desrremángate el esmoquin, por Dios, que parece que vas a buscar berberechos).

Esta es, sin duda, una de esas canciones que me alegran el día:-)

Feliz viernes!!!

viernes, 28 de noviembre de 2014

ESTÁ VIVO!!!

 
 
Cielo santo, llevo tanto tiempo sin pasar por aquí que ya ni recuerdo bien cómo iba el Blogger... ¿o es que han hecho alguna maligna y perversa modificación en mi ausencia? No me sentía tan perdida al teclado desde que tuvimos que desinstalar el Windows XP...
 
Pues eso, que el monstruo, este humilde blog, sigue vivo. Aunque durante todo el verano no haya dado muestras de vida, -y si me descuido, durante todo el otoño.
 
Porque las horas del día son las que son, y la vida no da para más. Porque hay mucha vida por vivir, y muy poco tiempo para contarla. Porque prefiero ver series en el sofá con Papi a escribir posts. Porque necesito dormir. Porque mi ordenador es desesperante y tarda quince minutos en arrancar y otros quince en abrir una página web. Porque el espíritu a la verdad está dispuesto, pero la carne es débil. Porque las ideas vienen y se acumulan, pero se desvanecen sin llegar a materializarse en forma de texto.
 
Pero no queremos arrojar la toalla, sino que regresamos dando la nota este viernes, con la intención de retomar este rinconcito de la blogosfera. 
 
Y lo hacemos con dos canciones fantásticas que comparten el mismo título: ALIVE AND KICKING!!! Porque debemos hacer todo lo posible para que las cosas que amamos sigan vivitas y coleando.
Enlace: Alive and kicking, de Simple Minds.
 
 
 
Y qué sería este blog sin su pertinente canción de melenudos?
Enlace: Alive and kicking, de Mr. Big.
 
 
¡¡¡FELIZ VIERNES!!!

viernes, 20 de junio de 2014

VIERNES DANDO LA NOTA: LITTLE ANGELS

Hoy los niños acaban las clases. ¡¡¡Vacaciones de verano!!! 
Confieso que soy una de esas  madres raras que no se agobian ni se deprimen al pensar en casi tres meses con los niños en casa. Al contrario, estoy encantada, pienso en todo lo que podremos hacer (y todo lo que no tendremos que hacer): "gandulear" un poco en la cama por las mañanas (bueno, esto no me lo creo ni yo, pues todo el mundo sabe que cuando no hay clase los niños son los primeros en madrugar y levantarse, mientras que en horario escolar hay que despertarlos a cañonazos, despegarlos de las sábanas con una palanca, y moverlos con una grúa), y acostarnos más tarde por las noches (sesión de película con palomitas un día sí y otro también), jugar, ir a la playa, a ver los fuegos artificiales, la feria medieval, hacer excursiones, etc. etc, etc. En definitiva, poder disfrutar con mis angelitos a tope. Y hablando de angelitos, hoy quería presentaros a mis queridísimos Little Angels. ¿Banda de hard rock británica y noventera? Of course! Supongo que la mayoría no los conoceréis, pero fueron bastante famosos en el Reino Unido, llegando a tocar como teloneros de Van Halen (snif, snif, lo que hubiera dado por ir a ese concierto) y Bon Jovi.
 
tobyjepson.com
Esta canción en concreto, titulada Too much, too young, me recuerda a mis años de instituto, y a las amistades juveniles, aquellas que nos parecían inquebrantables y eternas, pero que tristemente se acabaron diluyendo con el paso de los años. 
No puedo pegar el vídeo directamente, así que os dejo el enlace AQUÍ.

Como curiosidades os diré que el guitarrista se llama Bruce Dickinson (pero no es pariente del cantante de Iron Maiden) y que si afináis el oído percibiréis a un tal Bryan Adams haciendo los coros en la canción (lo siento Manoli, sé que no lo tragas ;-D)

¡¡¡Feliz verano!!!



viernes, 13 de junio de 2014

VIERNES DANDO LA NOTA: WILD NIGHTS, HOT AND CRAZY DAYS

No soy muy entusiasta de los Judas Priest. De hecho, no puedo escuchar su famosísima canción "Breaking the law" sin recordar (y cantar) la versión punk de Manolo Kabezabolo "Véndemelo, véndemelo". Pero esta canción que hoy os traigo sí que me encanta!!! La tenía mi hermana grabada en una de esas cintas TDK o Sony de 60 ó 90 minutos (qué tiempos, pardiez), y no sé por qué vino a mi memoria esta semana. Será que tengo ganas de disfrutar de estos días de calorcito (la locura ya viene de serie, con tres infantes -dos de ellos enfermos- pululando por la casa). Espero que os guste. ¡Subid el volumen y disfrutadla! 


jueves, 12 de junio de 2014

MAMÁ, PUPA: VARICELA POR PARTIDA DOBLE

Si es que no damos aprendido. Seguimos cayendo en el error de pensar que lo que ha sucedido con uno de los hijos, así pasará con los otros, y una vez más la realidad nos da un tirón de orejas y nos dice que ni de broma.
Como ya os había contado (aquí), el Mediano tuvo la varicela hace dos semanas, más o menos. Fue el primero de los niños de nuestra casa en tenerla, por lo que no teníamos ninguna experiencia previa con el tema. La cosa fue bastante liviana, con pocos granitos y poco quejarse de picor. Y así, cuando hace unos días el Pequeño y el Mayor amanecieron con unos bultitos sospechosos, creí -pobre ignorante- que de nuevo iba a ser "coser y cantar". Cuán errada estaba. 
En primer lugar, tanto el Mayor como el Pequeño están completamente infestados de granitos (incluyendo boca, orejas, nariz, entre los deditos, y todos cuantos recovecos os podáis imaginar), lo que no había pasado con el Mediano. ¡Y pensar que él de siempre ha sido el de las dermatitis! Ignoro si sus habituales problemas cutáneos le han vuelto más resistente (cuando yo pensaba todo lo contrario), o quizá el virus de la varicela, al pasar por nuestro torete sufrió algún tipo de mutación y se convirtió en una cepa mucho más agresiva y virulenta, que se ha cebado en sus hermanos.
El Mayor es el que más se queja, no sé si porque es muy mal enfermo, o porque al ser el de más edad, mayor es el picor y la molestia. No hay Atarax, ni baño de agua tibia con jabón de avena, ni hielo que le calme. Se pone muy nervioso, y esto evidentemente no ayuda. No quiere verse el cuerpo, ni mirarse a un espejo, se da asquito a sí mismo, y a mí me da mucha pena. Es cierto que dan mucha grimilla -pero no se me ocurre decírselo-, y que es verlos y entrarme unas ganas de rascarme terribles -pero intento contenerme- ¡pero es lo que hay! 
Sé que en unos días volverán a la normalidad, y entre tanto, les abrazo y acaricio como de costumbre, y les digo que nunca nos darán asco, y que les vemos tan guapísimos como siempre.



Y para finalizar, una nota de humor:
El pasado día 11 el Mediano trajo en su mochila una notita del colegio, donde se nos comunica que "Tenemos conocimiento por informes médicos que se están dando algunos casos de varicela en el aula de su hijo". Qué bueno. ¿Algunos casos? ¿22 de 25 niños es algunos? ¿Y ahora se dan cuenta, cuando llevan meses cayendo como moscas? ¡A buenas horas, mangas verdes!

viernes, 6 de junio de 2014

VIERNES DANDO LA NOTA: NACIDO EL 7 DE JUNIO

¿Qué tienen en común Tom Jones, Prince y Juan Luis Guerra? Pues que los tres cumplen años el mismo día: el 7 de junio, que mira por dónde, también es el día de mi cumpleaños :-) Lástima que yo no comparta la genialidad para la música de estos tres hombres, cada uno en su campo y en su estilo. Así que hoy os dejo tres temas, uno de cada uno de ellos, y que cada cual escuche el que más le guste.

"Green green grass of home", del Tigre de Gales

"Estrellitas y duendes", de Juan Luis Guerra


Y del Genio de Minneapolis, un enlace a "Purple Rain", que Blogger le tiene manía y no me permite insertar el vídeo.

¡Buen fin de semana a todos !

jueves, 5 de junio de 2014

LA MATERNIDAD DE LA A A LA Z: EPÍLOGO


rase que se era, en un país no muy lejano, una joven y alegre princesa de ojos verdes y miopes, con rizos castaños y despeinados.
Casó un buen día con un noble y apuesto príncipe, que no se ajustaba al canon de príncipe al uso, de corcel blanco y brillante armadura, sino que él era más bien de los de camiseta de QUEEN y Renault 9 gris. Era de esa clase de príncipes que se desvivía por hacer feliz a su mujer. Y eso era precisamente lo que nuestra princesa quería, que la tratasen como a una reina, pues no se veía lustrando armaduras con Sidol ni limpiando caca de caballo.



Se casaron, pues, y se dedicaron a la labor de traer herederos al reino. El primero no tardó en llegar, y con él el ALARMISMO de algunos lugareños, expertos en meter miedo en el cuerpo a embarazadas y madres primerizas, agoreros infames que todo lo pintaban negro con sus errados y funestos vaticinios.

Al nacer el segundo vástago, tuvieron que lidiar también con los charlatanes que intentaban colarles las TRAMPAS de la maternidad: que si tenía que recuperar la figura cuanto antes, que si tenía que dejarles llorar, que si los hijos no podían interferir en su vida, que si no podía estar todo el día con la teta fuera como las gitanas, que si no podía dormir con ellos, que si no podía bañarse con ellos, que si no podía quedarse en casa con ellos... y ante tanta imposición absurda, tantos "tenía que" y tantos "no podía", dejó aflorar toda su INDIGNACIÓN, y en el más puro y refinado GALLEGO espetó un clásico  "Manda carallo!", acompañado de un golpe en la mesa con su zapato de cristal. Tal arrebato, impropio de una princesita de bien, no fue del agrado de las otras princesas de la región, que se alejaron entre sofocos, aspavientos, y juramentos de o sea, jamás de los jamases se iban a volver a juntar con ella, por retrógrada, anticuada, o sea, intolerante, mujer OBJETO, respondona, y -lo peor de todo- ZARRAPASTROSA. Que así nunca iba a salir en las portadas de las revistas del KIOSCO, ni figurar en el top ten de madres fashion y buenorras.


Prosiguió, pues, nuestra princesa -junto con su amado príncipe, obviamente- en su tarea de poblar el reino con futuros caballeros de pro, leales y valientes, llenos de arrojo y de BONDAD. Y en estas llegó el tercero (y último) de los infantes, guerreros valerosos que hacían honor a sus belicosos NOMBRES, dignos portadores del cromosoma Y, amigos de dragones, DINOSAURIOS, y demás fauna reptiliana. Bien VESTIDITOS con las buenas prendas heredadas de sus padres, los tres hermanos se convirtieron en el centro del universo de la princesa, en sus LIFE COACH, en su orgullo y su alegría, pero también en la causa de sus mayores miedos y preocupaciones.


Por ellos redefinió su orden de prioridades, se despojó de su humanidad y abrazó su lado animal, transmutándose, según la ocasión, en osa protectora, tierna koala, leona rugiente, mona aulladora o JIRAFA silente.
Por ellos se convirtió en toda una MIGHTY MOTHER, capaz de enfrentarse y asumir -con no mucho gusto, todo hay que decirlo- todos los PEQUEÑOS SACRIFICIOS DE ANDAR POR CASA que traían bajo el brazo: cambiar pañales, limpiar vómitos, recoger zurullos flotantes de la bañera, ir al parque, socializar con otros padres, ver la tele con ellos (gracias a lo cual sus REFERENTES CULTURALES descendieron en picado hasta niveles abisales, viendo a la Mérida de Disney donde otrora vería a Diana cazadora)... y de entre todos los sacrificios, el más duro: cocinar. Conseguir vencer su aversión a los fogones, y preparar platos de comida medianamente aceptables, rayando algunos -pocos, para qué engañarnos- incluso en lo suculento (ÑAM ÑAM).
Por ellos nuestra princesa se convirtió en Xena, en Nikita, en Afrodita A, en una zombi de The Walking Dead, y hasta en Dana Scully, para plantar cara a las HISTORIAS PARA NO DORMIR que acontecían en su hogar. Se convirtió en una madre fuera de SERIE.

Pero la princesa era muy consciente de que todo cuanto hacía era lo mismo que cualquier otra madre normal, imperfecta, corriente y moliente hacía por sus hijos. Y tenía muy claro que jamás se pondría medallitas, ni se creería mejor (ni peor) que el resto de princesas/madres del reino. Y mucho menos caería en el despreciable y vil CHANTAJE emocional a sus hijos: el sucio e ignominioso "después de todo lo que he hecho por ti..." jamás saldría de sus labios ni pasaría por su mente.

Porque sus hijos tenían derecho a una vida libre y feliz, no habían nacido para cumplir sueños frustrados de otros ni cubrir expectativas ajenas, ni para pagar traumas del pasado ni asumir las consecuencias de una mala gestión paterna, ni para arreglar problemas conyugales ni sufrir los daños de una guerra emocional. Sus hijos no merecían vivir un WATERLOO ni unas Termópilas, sino que debían recibir amor, cuidados, educación, atención, dedicación, disciplina... todo multiplicado X 3, sin preferencias ni favoritismos.

A veces la princesa recordaba su vida pasada, su vida sin niños, cuando en el salón del castillo había una mesa de centro como adorno, y cuando la escobilla del w.c. no era usada como una espada. Pero esos tiempos y ese UBI SUNT? venían a su mente sin lamento ni amargura, sin rencor ni remordimientos, porque sus tres hijos que habían trastocado tanto su vida, que le habían dado la vuelta al cuento, al mismo tiempo le habían colmado de FELICIDAD real y auténtica. No esa felicidad bobalicona, edulcorada y fingida de los anuncios de la tele, sino felicidad reposada y profunda aún en medio de los problemas, dificultades e incertidumbres.

Así que, a ELLOS: a mi marido y a mis tres hijos, muchas gracias.
Y gracias a todos vosotros por acompañarme a lo largo de estas entradas de La Maternidad de la A a la Z. Os deseo toda la felicidad del mundo :-)




miércoles, 4 de junio de 2014

SONETO PRE-EPÍLOGO

que en mi vida me he visto en tal aprieto,
resumir mi AZ de modo escueto,
ameno, y con sentido, ¡por mi padre!

La visión maternal desde mi encuadre
escrita con amor y con respeto,
con cariño y humor; y este soneto
pone el punto final a este desmadre.

He intentado plasmar en cada entrada
que esta vida no es toda color rosa.
Alegre, sí, y feliz, mas complicada.

Dice adiós la poesía primorosa,
por la musa del verso arrebatada,
pues ya es hora de pasar a la prosa.


Y en prosa anunciamos que mañana, si el tiempo lo permite y la autoridad no lo impide, saldrá a la luz el epílogo de nuestro Diccionario maternal, que supondrá el capítulo final de este hermoso cuento de hadas :-)

martes, 3 de junio de 2014

MAMÁ, PUPA: ODONTOPEDIATRAS

 -¿Qué quieres ser de mayor, hijo mío?
-Paleontólogo, Director de Orquesta, Biólogo marino, Explorador y Descubridor de nuevas especies animales... aunque la abuela dice que no puedo ser todo eso.
(Ya te vale, abuela, coartando la libertad de imaginación y la ilusión del chaval). 
-¿Y tú, Mediano, qué quieres ser de mayor?
-Mutante- fue su primera respuesta, imbuido por el espíritu de Las Tortugas Ninja, pero rápida y sabiamente rectificó sus palabras- no quiero ser mayor. Quiero ser un niño siempre.

Pues hijos míos, olvidaos de la Paleontología, de la música, de los animales y de la mutación. La profesión del futuro sin duda es la de... ODONTOPEDIATRA!!!! (en cristiano: dentista de niños).
Sí, hijos míos, si pudiese meterme en una cápsula del tiempo y retroceder a mis 18 primaveras, habría estudiado para ser Odontopediatra (bueno, es mentira, ni borracha me meto yo en una carrera de Ciencias, pero de haberlo conseguido, qué bien estaríamos viviendo hoy!!!).

A mediados de mayo llamé a las consultas privadas de dos de los Odontopediatras más señeros, importantes y prestigiosos de nuestra ciudad, pues el Mediano tenía 3 caries (una de ellas del tamaño de la Fosa de las Marianas ). ¿Y adivináis para cuándo me daban cita? Uno para septiembre, el otro para octubre. ¿¡¡¡Cómorrrrr!!!? Ni que fuese la Seguridad Social, fue lo primero que pensamos el Papi y yo. 
¿Tan llenas tienen sus agendas que no hay hueco para un niño con un problema dental urgente? ¿Se han puesto de acuerdo todos los niños de la ciudad para empastar sus piños durante el verano? ¿Será que los Odontopediatras comparten calendario escolar con los pequeños y no pasan consulta a partir del 20 de junio?
De nada valieron mis llamadas reiteradas, insistiendo en la urgencia del asunto ("Otra madre pelmaza que intenta aguarnos las vacaciones", debieron pensar). Me sentí decepcionada y preocupada. Para entonces la muela de mi hijo puede estar totalmente podrida. ¿En serio no existe en A Coruña nadie que pueda ofrecerme una solución antes del Otoño? Da la impresión de que les sobra el dinero, que se permiten el lujo de rechazar pacientes. 
 
mocpages.com
Y continuamos con las preguntitas (retóricas, claro, pues ninguna va a hallar respuesta): ¿Vamos a tener que buscar un profesional fuera de nuestra ciudad? ¿Por qué la Seguridad Social no ofrece atención dental -más allá de extracciones (y sellado de molares en los niños)? Bueno, esto es evidente, ¿no? Empaste diente de leche= 50 euros; Empaste diente adultos= 70 euros; Endodoncia adultos= 200 euros; Tornillo adultos= 100 euros; todo esto multiplicado por el número de piezas dentales afectadas, hasta 20 en el caso de los niños, y hasta 32 en el de los adultos. Y esto sin entrar en precios de sedaciones conscientes, pulpectomías, mantenedores, ortodoncias, fundas, implantes y demás, que de momento ignoro (y espero seguir ignorando!!!!)

En breve os contaré nuestro periplo por diferentes dentistas (no odontopediatras) de nuestra ciudad con el Mediano, pero os adelanto que la mayoría de ellos no atienden a niños "movidos" como el nuestro, a no ser que los lleves bien tranquilitos y convenientemente medicados. 

Y mientras, los días pasan, y la fosa de las Marianas sigue aumentando su profundidad.

La Fosa de las Marianas, la más profunda conocida

lunes, 2 de junio de 2014

MAMÁ, PUPA: VARICELA

El Mediano tiene la varicela. Se veía venir, puesto que en las últimas semanas muchos de los niños de su clase habían ido cayendo, uno tras otro, en las garras de esta latosa infección. 
El miércoles le descubrí dos granitos en el hombro y otros dos en la cara interna del codo, pero no le dí ninguna importancia, pues el Mediano, curtido en dermatitis, impétigos y erupciones varias, casi siempre anda con granitos, cuando no es en los brazos, es en los mofletes; cuando no es por el frío, es por el sudor y el calor. Y cuando no, es por la picadura de algún bicharraco, se ve que tienen predilección por su piel tan sumamente blanca y delicada. O incluso por el roce de las costuras de alguna prenda de vestir.
Así que llegó el jueves, y los cuatro granitos parecían un poco infectados, como pequeñas vesículas con liquidillo dentro. "Le ha picado un bicho, fijo", pensé yo en mi gran ignorancia.
Pero el viernes los granitos ya se habían multiplicado, colonizando su cuerpo menudo, y ya me dije "Tate, esto tiene pinta de ser varicela". Fuimos al pediatra, y su diagnóstico confirmó nuestras sospechas.

Del centro de salud salimos con una hoja en la que se explica qué es la varicela: "infección aguda vírica, caracterizada por fiebre más o menos elevada (el Mediano no tuvo, o nosotros no lo percibimos, pues nuestro nene es fuerte como una roca, y para tumbarle tiene que estar mal mal de verdad) y una erupción de vesículas muy característica (¿característica? Discrepo, en nuestro caso empezaron siendo granitos corrientes y molientes, tardaron un tiempecillo en aflorar las vesículas), que pica (al Mediano tampoco le picaban cuando le salieron) y aparece en brotes sucesivos. Suele ser muy benigna. Desaparece en una semana sin dejar cicatrices generalmente. Se supone que la transmisión se produce directamente, de persona a persona, a través de gotitas aéreas. Es muy contagiosa. Es muy importante evitar la sobreinfección de las lesiones, ya que en este caso podrían quedar cicatrices".


"Tratamiento: al ser muy contagiosa, el paciente debe permanecer aislado (para evitar contagios), hasta que se curen todas las lesiones de la piel, que será cuando todas las lesiones tengan "costra". El Ministerio de Sanidad pondrá a disposición de la familia del afectado un hotel de cinco estrellas para que pueda enviar al resto de hermanos y demás parientes a fin de evitar contagios... ah no, esto no lo pone. Pues a ver cómo se mantiene aislado a un niño de cinco años cuando hay otros niños de tres y siete con la mala costumbre de jugar todos juntos, a lo bruto, tocándose, sobándose, aplastándose y apretujándose. Evidentemente, no lo hacemos. Y si el Mayor o el Pequeño han de infectarse, pues mejor que el virus sea de confianza, de casa. Al hilo de esto, de piedra me quedé cuando, brujuleando por la red leí que en EE.UU. y otros países existía la "moda" de las "Fiestas de la varicela": juntar a niños sanos con uno enfermo buscando el contagio, llegando incluso a vender piruletas chupadas por el niño infectado (Chicken-Pox lollipops). Sí, habéis leído bien, VENDER, que de todo hay que sacar ganancia, pues esto es mucho mejor que vacunar al niño. Os dejo el enlace al artículo completo AQUÍ.
A ninguno de mis hijos les puse la vacuna contra la varicela por la sencilla razón de que en mi centro de salud nunca me la ofrecieron ni recomendaron, ni siquiera me hablaron de ella, pues igual que les pusimos -y pagamos religiosamente aquellos 70 euracos por dosis, antes de que fuese gratuita- el Prevenar, gustosamente les habríamos vacunado también contra esta enfermedad.

Siguiendo con la información que nos facilitaron, nos recuerdan que hay que tener muchísimo cuidado en que el enfermo "no esté en contacto con mujeres embarazadas que no han padecido la enfermedad", pues puede ser muy peligroso para el bebé.
Si tiene fiebre hay que darle paracetamol, mucho más preferible que el ibuprofeno, y nunca aspirina ni derivados.


Si no aguanta el picor, puede tomar algún medicamento contra el mismo, siempre recetado por el pediatra. A nosotros nos recetó Atarax, y se lo dimos al niño en un par de ocasiones porque veíamos que el pobre no aguantaba más (mezclado con zumo, por cierto, que los nuestros no se toman una medicina "a pelo" por muchos sobornos, premios, castigos o amenazas que haya de por medio, la vomitan al instante) pero sé de niños (y el propio pediatra así nos lo había comentado) que resisten perfectamente sin rascarse y sin medicina alguna todo el proceso infeccioso. 

En cuanto al cuidado de la piel, y para aliviar el picor y la sobreinfección, recomiendan:
- lavar las manos del niño con frecuencia.
- cuidar al máximo la higiene de la piel, debe bañarse diariamente con jabón de avena.
- mantener las uñas del niño bien cortas para que cuando se rasque (son realistas y ya asumen que se va a rascar) no se infecten las lesiones y no queden cicatrices.
- si hay lesiones con aspecto muy inflamado, desinfectarlas -cuando rompan las vesículas- con cristalmina o similar.
- evitar la exposición solar (mala idea contagiarse en primavera-verano, no podía haberlo hecho en invierno).
- no administrar polvos en las lesiones (es decir, no echar Talquistina ni similares, que parece ser que antaño se usaba comúnmente para aliviar el picor).


Y en estas andamos. Con el Mediano infectado, con un granito en la punta de la nariz, otro en la comisura de los labios -y suerte que no tiene dentro de la boca- y otro en el ojo, en el nacimiento de las pestañas -como si fuese un orzuelo megainfectado. Y en la oreja, y bajo la barbilla, y de ahí para abajo en todos lados. Así a todo creo que no tiene demasiados (en las piernas, por ejemplo, apenas un par) ¡ni falta que hace! No sé si le saldrán más, este fin de semana creo que se han "estancado" y no he observado erupciones nuevas. Y aunque el sábado el niño estuvo un poco apagadito y desganado, tirado en el sofá, ayer revivió y hoy ya anda como de costumbre, aprovechando estos días sin cole y jugando con el Peque a esparcir todos los accesorios de los Mr. Potatos, todos los aviones, las Tortugas Ninja, el camión de Manny Manitas y algunos dinosaurios por la sala. Lástima no poder salir a la calle, para un día soleado que tenemos... en fin, el verano está a la vuelta de la esquina, y para entonces ya estará totalmente recuperado.
 

  

viernes, 30 de mayo de 2014

VIERNES DANDO LA NOTA: OTIS REDDING (SITTING ON THE DOCK OF THE BAY)

Cansada de médicos, harta de dentistas y odontopediatras. Hoy traigo un clásico, una canción para relajarse con el murmullo de las olas, la suave melodía, el mítico silbido y la fantástica voz de Otis Redding.


(Para rockeros acérrimos, la versión que Pearl Jam hizo de este tema AQUÍ, aunque en mi opinión la original es muy superior.)

martes, 27 de mayo de 2014

DÍA NACIONAL DEL CELÍACO

www.zazzle.com
Hoy se celebra el Día Nacional del Celíaco en nuestro país. La celiaquía es una enfermedad crónica, y para aquellos que la padecen comer sin gluten es una necesidad, una obligación, y no una moda dietética promulgada por el imbécil o la pedorra de turno.
Así que aprovechamos este día para difundir un poco más esta enfermedad (y también el resto de intolerancias alimentarias!!!), para pedir que los precios de productos "sin" se abaraten, y para pedir a los gluteneros un poquito de consideración con el prójimo celíaco (Por ejemplo: es de mala educación -por no decir que está hecho con muy poco respeto y muy mala leche- dejar bandejas de galletas no aptas (como Nevaditos) en el puesto de trabajo de un celíaco, para que "todos" coman (todos menos el celíaco, claro, y de paso le dejan el puesto bien llenito de migas)).  

"¿Cómo sabemos que él no contiene gluten?"

¡¡¡A todos los celíacos, mucho ánimo!!! Y recordad que si necesitáis recetas, información, o compartir vuestras experiencias con otros celíacos, podéis echar un ojo a los blogs de mi querida hermana (hala, publicidad gratis por la patilla :-D)




viernes, 23 de mayo de 2014

VIERNES DANDO LA NOTA: THE CULT

 Ya conté en alguna ocasión el gran invento que supuso allá por los noventa la antena parabólica en mi casa: con ella veíamos canales de música de la televisión británica, y gracias a ellos conocí a muchos grupos de la Pérfida Albión, como a los chicos de The Cult. Recuerdo que este vídeo de She Sells Sanctuary lo ponían a todas horas, me encanta esta canción, los bailecitos del cantante Ian Astbury, su aspecto (en un comentario lo definían como un cruce entre Steve Tyler y Jack Sparrow), y sobre todo su presencia y su voz. 



Y aún sin ser una gran seguidora de esta banda, os dejo también con esta otra fantástica canción, Fire Woman



¡Cómo me gustan! Creo que voy a tener que escucharles más. ¡¡¡Feliz viernes y buen fin de semana!!!.

miércoles, 21 de mayo de 2014

ARRODILLAOS ANTE EL dIOS DEL FÚTBOL

No odio el fútbol, de verdad que no. He visto muchos partidos, y de niña incluso he repartido patadas en alguna ocasión. Me gusta que gane nuestro equipo local, y me encanta cuando un equipo modesto gana a uno de esos que manejan millones de euros. Tolero incluso que el mundo se paralice cuando hay un encuentro importante: calles cortadas, autobuses desviados, taxis inexistentes, abolición de las normas básicas de circulación y estacionamiento... Y no pongo el grito en el cielo cuando dos (o tres) equipos de fútbol monopolizan las secciones deportivas de los telediarios (de los ciclistas y atletas, por ejemplo, sólo se acuerdan cuando ganan o se dopan, mientras que se informa pormenorizadamente si Fulanito del BarÇa tiene hemorroides, o qué nuevo anuncio de refrescos ha protagonizado Menganito del Madrid). Todo esto lo puedo admitir. Pero lo que no me gusta, lo que detesto profundamente, lo que aborrezco con toda mi alma es la idolatría que en este país se le profesa al denominado deporte rey, manifestada incluso en pequeños detalles de escasa importancia:

La primacía absoluta del fútbol.
Vas al parque en busca de una jornada apacible de carreras y sobresaltos detrás de tus churumbeles más pequeños para que no se maten en los columpios, escapen a la carretera o les secuestre un pederasta. ¿Y qué te encuentras? Con tres o cuatro partidillos de fútbol, y ninguno de ellos en las pistas habilitadas al efecto (en caso de que las haya): unos juegan junto a los columpios, otros usan las escaleras como portería, y otros los bancos. O vas al cole a recoger a tus hijos, y te encuentras a media docena de enanos de Educación Infantil (que salen cinco minutos antes) a balonazo limpio contra la puerta o las paredes en las que padres y abuelos están apoyados esperando la hora de la salida de los de Primaria. El resultado es evidente: andar esquivando balones perdidos, o recibir balonazos en distintas partes del cuerpo. Yo ya me he llevado varios (¿tendré algún imán, o me verán cara de portería?) en la cabeza (menos mal que no es un órgano vital), unos en el parque, y el último en el porche del cole no hace muchos días. Mis hijos también han llevado balonazos en la cabeza por andar jugando en la acera. ¡Es que a quién se le ocurre! ¡¡Molestar a unos niños jugando al fútbol!! ¡¡¡SACRILEGIO!!! Y que no se te ocurra protestar ni decirles nada, que en seguida vendrán sus padres a recriminarte por no dejarles todo el espacio que necesitan para jugar, a espetarte un "¿Cómo te metes en el medio? ¿No ves que están echando un partido?" o un "¡Cómo te pones por una tontería!". Porque el fútbol es sagrado, y al igual que a las vacas sagradas en la India, a los niños que juegan con la pelotita hay que respetarles por encima de todas las cosas, apartarse de ellos, y no molestarles con menudencias. ¿Que juegan en plazas privadas, calles peatonales, lugares de paso, entradas de edificios (es decir, cualquier sitio que a ellos les dé la gana -siempre que no molesten a sus atentos padres, claro)? Pues todo el mundo debería pararse a contemplar el espectáculo, hacerles la ola, aplaudirles, y festejar con ellos la victoria. Y nada de quejarse porque casi te vuelen la cabeza, hombre.

El menosprecio a todo lo que no sea fútbol.
La primacía del fútbol se manifiesta también en cómo etiquetamos a los niños. Seguro que todos hemos oído hablar de frikis de los dinosaurios, frikis de los libros, frikis de Star Wars o frikis del manga japonés. ¿Pero alguien ha escuchado alguna vez el término frikis del fútbol? Ah, no, porque ese término tiene, para la gran mayoría, connotaciones negativas -aunque algunos reivindiquen su frikismo con orgullo. Los niños que están interesados única y exclusivamente en el fútbol no son frikis, son aficionados o apasionados de este deporte. Y los que no lo abrazan con devoción fervorosa son los raros, los frikis, y los marginados. De ahí que muchos vean la necesidad urgente de que "a este niño TIENE QUE gustarle el fútbol". Pues no le gusta, y por muchos álbumes de cromos que le lleves, y por mucho que le insistas/coacciones/obligues a jugar seguirá sin gustarle. A ver si aprendemos a respetar a la gente (niños o mayores) a la que no le gusta el fútbol.



Los valores que transmite.
Nos venden la idea del fútbol como un deporte sano, y ciertamente lo es. O lo era. Me entristece ver el empeño enfermizo de muchos padres en que sus hijos sean los próximos messis o cristianos. Me recuerda a esas madres norteamericanas obsesionadas con que sus hijas ganen esos degenerados y dantescos concursos de belleza infantil. Nada más aprender a andar, ya les apuntan al equipo de fútbol de rigor. Y no sé si se lo enseñan allí, en su casa, o en los estadios, pero ver a niños pequeños tirándose al suelo entre grandes gritos y haciendo que se retuercen de dolor, simulando faltas inexistentes (esto en mi pueblo se llama engañar y hacer trampa, no sé si ahora se considera una práctica deportiva aceptable), cuando no encarándose con el rival o insultando al árbitro, es bastante lamentable. Di tú que más lamentable -a la par que muy revelador- es leer en las noticias cómo los padres de algún niño/ futbolista en ciernes linchan al árbitro por perjudicar o no favorecer al equipo de su retoño.
Y esto por no hablar de la actitud, las reacciones violentas al terminar los encuentros, los gestos, los insultos, las amenazas, los cánticos, y las variadas lindezas que algunos aficionados suelen vociferar (muy dados a acordarse de las madres de los rivales y del equipo arbitral, por cierto), que muchas veces los verdaderos energúmenos están en la grada y no en el campo.

¡Qué niño más listo, mira qué bien enseñadito está!

El endiosamiento de algunos futbolistas.
Sí, ya sé que desde siempre han existido ídolos de masas (y seguro que habrá alguna explicación psicológica o antropológica que justifique su existencia) pero pienso que antes los modelos a imitar eran algo más decentes (o al menos bastante más discretos). ¿En serio es un buen modelo a seguir un fulano chulo, o violento, o macarra, o ignorante, o vanidoso, o egoísta, o materialista, o racista, o maltratador (o todos los demás adjetivos que se os ocurran) cuyo ÚNICO mérito es saber jugar bien a la pelota? ¿Justifica esta habilidad todo lo demás? ¿Sirve para pasar por alto todos sus demás defectillos?  Los niños, alentados por su entorno, sus padres, y los medios de comunicación, quieren ser como "el crack" Fulanito porque gana millones y millones, conduce deportivos de lujo, anda con supermodelos (que sólo están con él por su encantadora personalidad, claro), y hace y dice lo que le viene en gana (defraudamos un poco por allí, dejamos algún hijo perdido por allá, nos vamos de fiesta descontrolada...). 

Nos hemos creído las ideas de libertad y tolerancia, hemos asimilado los mensajes del marketing que nos bombardean con la importancia de ser original, ser diferente, ser único, ser uno mismo, y los hemos confundido con la realidad. Y la realidad, en este nuestro amado país de pandereta, es que NO ES BUENO TENER CRITERIO PROPIO, sino que TIENE QUE gustarte todo aquello aprobado por la mayoría, como las pelis de Almodóvar, la serie de Aída, la Belén Esteban, el flamenco y el fútbol. Porque todo lo que se desvíe de la norma, todo lo minoritario, todo lo que no tenga máxima audiencia en el prime time ni salga en las portadas de las revistas, todo lo que no esté de moda y sea trendy, será tachado de elitista, rarito, snob, o peor aún: friki.

Así que, hermanos míos, acatemos humildes la divina voluntad de la Santa Sociedad, y arrodillémonos todos ante el dios del fútbol.

viernes, 9 de mayo de 2014

VIERNES DANDO LA NOTA: CAN I PLAY WITH MADNESS? (IRON MAIDEN)

En mis tiempos mozos, todos los heavys de bien llevaban camisetas de Megadeth o de Iron Maiden, como si en el universo metalero no existiese nadie más. ¿Estarían en oferta? ¿No vendían otros modelos en la tienda? No lo sé. Pero el caso es que, personalmente, conocí a estos grupos antes por aquellas prendas estampadas con las portadas de sus discos que por su música.


Mi hermana tenía una con este dibujo.
Hoy os traigo una canción de los británicos Iron Maiden. Quizá no sea una de las más cañeras de la banda, pero es una de mis favoritas. Se titula Can I play with madness? y es de 1988. Espero que os guste.


Buen fin de semana!!!!


viernes, 2 de mayo de 2014

VIERNES DANDO LA NOTA: JEREMY (PEARL JAM)


Jeremy fue una de las primeras canciones que escuché del grupo Pearl Jam allá en la década de los noventa, pero como tantas veces ocurre, no fue hasta hace poco que reparé en la letra y en el vídeo. Como bien podréis deducir por la imagen que precede estas líneas (perteneciente al vídeo, que debido a la censura fue eliminada), no se trata de una canción amable ni de buen rollo (bueno, ¿acaso alguna del movimiento grunge lo es?). 
Se basa en hechos reales, en la triste historia de un chico de 16 años que se suicidó frente a sus compañeros de clase en Texas. La wikipedia comenta que la letra de esta canción "narra la falta de atención que los padres prestaban al adolescente, objeto de burlas y bromas de otros, lo que podría haberlo llevado al suicidio" (enlace al artículo completo aquí).
La censura estadounidense obligó a eliminar dos escenas del vídeo: una en la que todos los alumnos de la clase hacen el saludo nazi, y la escena final en la que Jeremy se mete la pistola en la boca. No he podido encontrar el vídeo completo en Youtube, pero podéis verlo siguiendo este enlace aquí.

La letra en español:

Jeremy

En casa, dibujando cimas de montañas, con él, arriba.
Sol amarillo limón.
Brazos alzados, en V.
Los muertos yacen abajo, en piscinas de color marrón

Papá nunca le prestó atención
al hecho de que a mamá no le importaba.
Rey Jeremy, El malvado, gobernaba en su mundo.
 
Jeremy habló en clase hoy.
Claramente recuerdo meterme con el chico,
Parecía un mierdecilla inofensivo, 
pero liberamos a un león.
Enseñó sus dientes y mordió a la profesora en el recreo.
¿Cómo voy a olvidarlo?
Y me golpeó con un izquierdazo sorpresa
que me dejó la mandíbula dolorida, y completamente abierta
igual que el día, que el día que lo escuché.

Papá no le dio afecto, 
y el chico era algo que mamá nunca se pondría.
Rey Jeremy, El malvado, gobernaba en su mundo.
 
Jeremy habló en clase hoy.
Intenta olvidar esto... Intenta olvidar esto...
Intenta borrar esto... Intenta borrar esto...
De la pizarra......

Jeremy habló en clase hoy.
Jeremy habló hoy, habló hoy.
Jeremy habló en clase hoy.


Versión oficial (y censurada) del vídeo:



 
Ojalá todos los padres nos demos cuenta de la importancia vital de educar a los hijos involucrándonos en su desarrollo y en su vida, prestándoles la atención que merecen, y aprendiendo a establecer un orden de prioridades correcto en relación con ellos. La tan cacareada CONCILIACIÓN NO EXISTE ni de coña. Mi punto de vista es que SI UNO NO ESTÁ DISPUESTO A SACRIFICAR SU ESTILO DE VIDA ACTUAL POR SUS HIJOS, MEJOR QUE NO LOS TENGA, y que se compre un Furby. (Ah, no, que hay que ser tolerantes, y no criticar a nadie, que pareciera que ser padre ya es un salvoconducto para obrar como a uno le viene en gana, y le da inmunidad ante el resto del mundo. Venga: a traer hijos a este mundo y a criarlos de cualquier manera, que el resto de la sociedad -empezando por los propios niños- ya pagaremos las consecuencias.)


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